EL SANTUARIO DE NUESTRA SEÑORA DE GUADALUPE (04/12/1779)
EL SANTUARIO DE NUESTRA SEÑORA DE GUADALUPE. En la propiedad de la familia SETÚBAL, situada a una legua al norte de la ciudad de Santa Fe, próxima a la laguna de su nombre, el santafecino FRANCISCO JAVIER DE LA ROSA, llamado comúnmente El Ermitaño, inició la construcción del primer Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe, para sustituir al antiguo oratorio dedicado a la Virgen de las Mercedes existente en el mismo sitio y que se encontraba en ruinas por aquel entonces. Al año siguiente, cuando la obra estaba aún inconclusa, se dio principio al culto de la milagrosa Virgen de Méjico, el que tomando cada vez mayor incremento, se convirtió en el preferido de los santafecinos. La modesta obra edificada personalmente por el Ermitaño subsistió hasta principios del siglo actual, en que fue demolida para levantar en su lugar el suntuoso templo votivo, construido por iniciativa de monseñor JUAN AGUSTÍN BONEO, primer obispo de Santa Fe, y que es el más importante de la provincia hasta en la actualidad.