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BATALLA DEL POZO DE VARGAS (10/04/1867)
La batalla del Pozo de Vargas, fue uno de los más emotivos episodios de la cruenta etapa de luchas que precedieron y acompañaron a la organización nacional.
Tuvo lugar durante el transcurso de lo que se llamó «la rebelión de los colorados», alzamiento de los caudillos federales de las provincias andinas contra el Gobierno de Buenos Aires y en ella se enfrentaron las fuerzas enviadas por el gobierno nacional al mando del general ANTONINO TABOADA y los insurrectos liderados por el caudillo catamarqueño JOSÉ FELIPE VARELA, apodado «El Quijote de los Andes», a raíz de su protagonismo en los sucesos producidos durante aquellos años.
A fines de 1866, se descubrió en San Juan una vasta conspiración tramada por los elementos adversos al Presidente Mitre, encabezados por FELIPE VARELA. Dada la gravedad de la situación el Vicepresidente de la Nación en ejercicio de la presidencia, doctor MARCOS PAZ, tras consultar con el presidente, el general MITRE, que se hallaba combatiendo en el Paraguay, adoptó las medidas necesarias para contrarrestar el empuje insurreccional y de acuerdo con los gobiernos de Santiago del Estero y Tucumán, le fue confiado al general ANTONINO TABOADA el mando del Ejército del Norte y se le dio la misión de desbaratar los intentos revolucionarios que se estaban gestando en las provincias andinas,
TABOADA contaba con 1700 hombres, mientras que FELIPE VARELA, el insurrecto, contaba con 5.000 hombres y los dos ejércitos se enfrentaron en las cercanías de La Rioja, el 10 de abril de 1867.
Un sol abrasador caía a plomo sobre los combatientes. Más de dos horas duró la lucha y por momentos, la suerte pareció adversa al aguerrido Ejército del Norte, pero la «montonera» de FLIPE VARELA empezó a sentir el tormento de la sed y los ataques se renovaron desesperadamente con el único fin de poder llegar a la represa donde espejeaba el agua profunda y clara: del Pozo de Vargas.
Y cuando parecía que TABOADA estaba vencido, el comandante BRIZUELA le ordenó a la Banda que los acompañaba, que ejecutara una zamba para estimular al combate a sus hombres.
Dicen que TABOADA, para infundirles valor a sus efectivos, improvisando unos versos, cuyas primera estrofa decía «»A la carga muchachos, / dijo Taboada, / si esta guerra la pierdo / no cargo espada», se lanzó a ataque al frente de ellos.
La música dulzona de la zamba, con todos los recuerdos de la querencia bienamada, con todos los dejos de la tierra y de la raza, produjo el milagro. Fue un torbellino entonces, el que al grito de !Viva Taboada», arremetió furiosamente al enemigo, logrando su dispersión y derrota total.
Así terminó la batalla del Pozo de Vargas. «La música y las coplas de aquella zamba, cuyas primeras estrofas improvisara TABOADA, recorrieron los años turbulentos de nuestra organización nacional y siguieron después de generación en generación, en labios de arrieros y pastores y dejando tras de sí los talas y algarrobos centenarios, llegó hasta la ciudad y se adueño de pueblos, venciendo al tiempo y al olvido, rememorando en cada copla las glorias que hicieron grande a la Patria» (ver Batallas y combates. Guerras civiles argentinas).
Típico fragmento de la historia oficial mitrista,en donde el centralismo porteño no admitía ninguna voz que se levante desde el interior profundo.Si la historia la escriben los que ganan eso quiere decir que hay otra historia…» dice la letra de una canción libertaria
Señor Nicolás: Bienvenido su comentario. Como usted bien dice, si la Historia la escriben los que ganan (aunque no siempre ha sido así), es que hay otra Historia y son comentarios como el suyo, los que nos animan a buscarla. En eso estamos.
Nada de centralismo porteño, triunfó la organización que llevaría en pocos años a ser un gran país con hombres como Mitre, Sarmiento, Avellaneda y Roca (un Sanjuanino y dos Tucumanos) y fue derrotado el populismo demagójico de sres feudales enemigos de las instituciones republicanas.
Creo que «…ni tan calvo ni con dos pelucas..»
Todos ellos -Rosas, Urquiza, Mitre, Sarmiento, Roca, el Coronel Varela, entre otros- fueron hombres apasionados, que viveron una época de profundos apasionamientos, donde los excesos, la violencia, y… ¡la maldita grieta! se enseñoreaba de los corazones americanos, a pesar de que todos ellos -en general- coincidían sin embargo en el mismo sueño: un futuro de paz y progreso para todos.
El camino que buscaron para lograrlo los distanciaba y enemistaba. Pero como casi siempre sucede: todos tenían UNA PARTE de razón.
En fin: triunfó una de las posturas, a la que hay que reconocerle -entre todos sus vicios y defectos- que nos dejó una Argentina que fué realmente alucinante, y que hoy lamentablemente hemos perdido, conservando, sin embargo, aquella ¡maldita grieta!, agiornada y ajustada a los tiempos actuales.
Volverá a decir la Historia -en algunos años- qué hicimos NOSOTROS en su lugar: si aprendimos de aquéllos errores y conseguimos corregirlos para evolucionar positivamente, o seguimos -como Sísifo- arrastrando nuestra pesada piedra, para poder tropezar de nuevo con ella una y otra vez. . .
Señor Daniel Mayer: Coincido totalmente con Usted. Tengo 90 años y he visto mucho de lo que pasaba a mi lado durante mi larga vida. He vivido circunstancias que luego he visto reflejadas en diarios, revistas, películas y hoy páginas Weeb, totalmente tergiversadas y teñidas de una subjetividad descalificante-. He sido testigo de actitudes nobles y edificantes por parte de políticos, funcionarios y hombres y mujeres públicos, pero también he sabido y visto muchísimas muestras de debilidad y de procederes corruptos. No se si por la edad y por lo que he visto y vivido, me he vuelto excéptico acerca de los valores de la condición humana. Lo que si se con certeza, es que he debido cambiar mi visión del futuro. En lugar de luchar para que mis hijos, nietos y biznietos vivan en un mundo mejor, estoy dedicando todas mis energías y saberes para educarlos en el mundo que les tocará vivir. Gracias por entrar en mi página. Palabras y presencias como la suya, me ayudan enormemente en la tarea que me he impuesto.
Que hay de que esta batalla se libro en parte por que querían que algunas provincias de la cordillera fueran a combatir a la guerra del Paraguay.?