9/6/1646

Designado en 1641, JACINTO DE LARÍZ, luego de un largo y azaroso viaje, llega por fin a Buenos Aires y asume como nuevo Gobernador de la Provincia de Río de la Plata (1646-1653). Durante los siete años de su mandato, ocurrieron toda clase de desmanes, persecuciones y conflictos. Entró en colisión con el Obispo fray CRISTÓBAL DE LA MANCHA Y VELAZ, llegando a extremos tremendos, por lo que se llegó a pensar que el Gobernador estaba loco y las contínuas y descabelladas intromisiones de Laríz en los asuntos eclesiásticos, llevaron al Obispo a excomulgarlo, aunque luego lo perdonó.. Mandó construír bancos junto a su residencia y en el verano, se echaba allí en paños menores para dormir la siesta. Tentado por los relatos de un indígena, cedió a la codicia y en busca del oro marchó hacia las “misiones” acompañado por algunos vecinos y una escolta de 40 soldados, dejando así indefensa a la ciudad.

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