4/1/1610

Aún sin estar terminado, fue habilitado el Cabildo de Buenos Aires, para realizar allí las deliberaciones de 4 de enero de 1610. Ese Cabildo, no era más que una morada de una sola planta, con techo de madera, caña y paja (las tejas se le agregaron en 1612) y quizá tenía una galería al frente y por detrás. Oscura y modesta en su interior: los dineros comunales no daban par otra cosa. Y esa otra cosa resultó casi invencible: las refracciones se sucedieron periódicamente, obligando a los capitulares a mudar sus debates a la Fortaleza.

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