29/01/1810

En Bolivia, el general español GOYENECHE, enviado por el virrey del Perú para reprimir el levantamiento de los pobladores de La Paz, actúa con extremo rigor, doblegando rápidamente a los insurrectos y ejecutando a sus cabecillas, incluído su líder MURILLO, quien para mayor escarnio, fue ahorcado en acto público llevado a cabo en la Plaza central de La Paz. Pero de poco les sirvió a los realistas tanta crueldad, pues  este movimiento revolucionario se fue extendiendo y pronto todos esos territorios ardían con el fuego de la insurrección.

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