1913
El gobierno municipal de la ciudad de Buenos Aires firmó un contrato con la “Compañía de Construcciones Modernas”, una empresa con capitales anglo-argentinos, para que construya una serie de barrios conformados por unas 10.000 casas que serán destinadas a obreros y empleados. Como en 1929, solamente se habían terminado los barrios “Emilio Mitre”, Nazca, El Falcón, Varela, Bonorino, Segurola y Tellier y la mitad de esas casas aún no habían sido construídas, se consideró incumplido el contrato y se lo rescindió.