11/6/1627

FELIPE DE ALBORNOZ, asume como nuevo Gobernador del Tucumán (1627-1637) y desde ese mismo momento, sus actitudes, desatan la rebelión de los indígenas. Era costumbre que los aborígenes que tenían buenas relaciones con los españoles, representados por sus cacique, le dieran la bienvenida a los gobernantes que llegaban. Cuando asumió Albornoz, sin comprender aún, los miedos o sospechas que le provocara al recién llegado, la presencia de estos personajes, los mandó azotar y cortar los cabellos. Esta afrenta indignó a los indígenas y el cacique CHELEMÍN, cuyo hijo había sido una de las víctimas, sublevó a los “calchaquíes” que sitiaron las poblaciones españolas, devastaron sus sembrados, se llevaron sus ganados, incendiaron los campos y tomaron cautivos a sus mujeres y niños (primera sublevación “calchaquí”), terrible contienda que, con distintas alternativas se prolongó hasta 1666.

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