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LA CAMPAÑA AL DESIERTO DEL GENERAL ROCA (1879/1885)
Por encargo del Presidente NICOLÁS AVELLANEDA, el Ministro de Guerra, general JULIO ARGENTINO ROCA, planea una nueva Campaña al Desierto, con el objeto de afianzar definitivamente la soberanía nacional sobre los territorios del sur y habilitarlos para su colonización y desarrollo.
Durante esta campaña, donde casi no hubo combates ni enfrentamientos con los aborígenes, se logró la ocupación formal del territorio argentino, trasladando la frontera interior del sur, desde el Río Salado hasta el Río Negro (ver Roca y el mito del genocidio).
Fuerzas expedicionarias
Las fuerzas que el 15 de abril de 1879 iniciaron al mando del General ROCA el avance hacia el río Negro, sumaban un total de cerca de 6.000 hombres, agrupados así:
Primera División
Comandante: General JULIO A. ROCA; Jefe de Estado Mayor: Coronel CONRADO VILLEGAS.
Comisión Científica agregada al Estado Mayor: Doctor PAUL G. LORENTZ (botánico), Doctor ADOLF DOERING (zoólogo), GUSTAVO NIEDERLEIN (ayudante de botánica), y FEDERICO SCHULZ (ayudante de zoología).
Comisión de sacerdotes misioneros: Monseñor Doctor ANTONIO ESPINOSA (Vicario General y Provisor del Arzobispado), sacerdotes salesianos SANTIAGO COSTAMANGA y LUIS BOTTA.
Efectivos: Bajo el comando del Coronel LORENZO WINTER: Regimiento Nª 5 de Caballería de Línea; Batallón Nº 6 de Infantería de Línea; Escuadrón de Lanceros Indígenas. Bajo el comando del Teniente Coronel TEODORO GARCÍA: Regimiento Nº 1 de Caballería de Línea; Regimiento Nº 11 de Caballería de Linea, Batallón Nº 1 de Infantería de Linea; Escuadrón de Indígenas aliados.
Segunda División
Comandante: Coronel NICOLÁS LEVALLE
Efectivos: Regimiento Nº 6 de Caballería de Línea comandado por el Teniente Coronel CLODOMIRO VILLAR; Batallón Nº5 de Infantería de Línea comandado por el Teniente Coronel MÁXIMO BEDOYA; Escuadrón Auxiliares del Desierto, Comandado por el Cacique TRIPALAO.
Tercera División
Comandante: Coronel EDUARDO RACEDO
Efectivos: Regimiento Nº 4 de Caballería de Línea; Regimiento Nº9 de Caballería de Línea; Batallón Nº 10 de Infantería de Línea; Escuadrón de Ranqueles; Compañía Única de aborígenes auxiliares de Sarmiento Nuevo; Piquete de aborígenes auxiliares de Santa Catalina; Aborígenes amigos de SIMÓN; Aborígenes amigos de CUYUPÁN.
Cuarta División
Comandante: Coronel NAPOLEÓN URIBURU
Efectivos: Regimiento Nº 7 de Caballería de Línea; Batallón de Infantería de Línea “Nueva Creación”; Primera Compañía de Guardias Nacionales Voluntarios de Caballería; Dos Compañías de Guardias Nacionales; Una Sección de Artillería de Montaña con cuatro piezas calibre 4; Ingenieros; Piquete escolta y Baqueanos.
Quinta División
Comandante: Coronel HILARIO LAGOS
Efectivos: Regimiento Nº 3 de Caballería de Línea; Batallón Nº 7 de Infantería
14 de abril de 1879
Para el mejor desarrollo de su campaña, ROCA , decide realizar la empresa en dos etapas: 1º) Batida general del territorio comprendido entre la frontera y el Río Negro, para lo cual dispone que se efectúen incursiones preliminares “de limpieza”, para desgastar las fuerzas aborígenes y 2º) Marchar con el Ejército hasta los ríos Negro y Neuquén y fijar sobre ellos las guarniciones acordadas en el proyecto.
16 de abril de 1879
El general ROCA se pone al frente de la Primera División de las fuerzas que empeñará en la que será la quinta Campaña al Desierto (luego de las emprendidas por MARTÍN RODRÍGUEZ, JUAN MANUEL DE ROSAS, BARTOLOMÉ MITRE y VALENTIN ALSINA) y partiendo desde Azul, inicia la marcha hacia Carhué, para dirigirse luego desde allí, hacia la isla Choele-Choel. En el momento de abrir la marcha al Río Negro, dio una proclama al ejército, diciendo:
“Al despedirme del señor Presidente de la República, para venir a ponerme al frente de vosotros, me recomendó saludaros en su nombre y deciros que está satisfecho de vuestra conducta.
Con asombro de todos nuestros conciudadanos, en poco tiempo habéis hecho desaparecer las numerosas tribus de la pampa que se creían invencibles con ci pavor que infundía el desierto y que eran como un legado fatal que aún tenían que trasmitirse las generaciones argentinas por espacio de siglos.
Extinguiendo estos nidos de piratas terrestres y tomando posesión real de la vasta región que los abriga, habréis abierto y dilatado los horizontes de la patria hacia la. comarca del Sud, trazando, por decirlo así, con vuestras bayonetas un radio inmenso para su desenvolvimiento y grandeza futura. Dentro de tres meses quedará todo concluído; pero la República no termina en el río Negro” (Esta proclama fue publicada en el diario La Prensa del 29 de abril de 1879)
El 19 de abril de 1879
ROCA llegó con su Estado Mayor y treinta hombres de escolta al “Fuerte General Lavalle” y fue recibido a algunas leguas del Fuerte por el comandante de esa Plaza, el coronel ZACARÍAS SUPISICHE, con quien al día siguiente marchó hacia Carhué.
25 de abril de 1879
La columna llegó a Trenque Lauquen y allí ROCA dispone la creación de una Quinta División en operaciones, compuesta de quinientos hombres e indígenas auxiliares y lo pone al mando del coronel HILARIO LAGOS, (hijo), tras lo cual, el 29 de abril, parte desde Trenque Lauquen acompañado por un grupo de científicos de la “Academia de Ciencias de Córdoba” que se han incorporado a sus fuerzas, para realizar estudios y observaciones sobre la población indígena, la topografía, la flora y la fauna del lugar.
29 de abril de 1879
El general ROCA parte desde Trenque Lauquen decidido a eliminar la amenaza de aborígenes hostiles y abrir la Patagonia a la colonización, la agricultura y la ganadería. En ella va un grupo de científicos de la “Academia de Ciencias de Córdoba” para realizar estudios y observaciones sobre la población indígena, la topografía, la flora y la fauna del lugar.
01 de mayo de 1879
El general ROCA y su fuerza expedicionaria llegan a Puán y de inmediato continúan su marcha hacia Carhué, adonde llegan el 5 de mayo, siendo recibidos por el coronel NICOLÁS LEVALLE, fundador de esta población (24 de abril de 1876), que ya contaba con cien casas, varias de material cocido y hasta una de altos, que era la que ocupaba el coronel LEVALLE.
04 de mayo de 1879
Desde Trenque Lauquen, la columna expedicionaria al desierto que comandaba el coronel HILARIO LAGOS (hijo), se puso en marcha siguiendo una dirección paralela a la ruta que tomará la columna del coronel NICOLÁS LEVALLE, hasta encontrarse en “Travó-Lauquen” y “Luan-Lauquen”.
Para asegurar las líneas de comunicaciones, a medida que se avanzaba, la retaguardia quedaba defendida por fortines que se iban instalando sobre la marcha. Mientras tanto, una columna al mando del comandante ENRIQUE GODOY partía desde Guaminí, con 135 soldados del 7º de Línea y veintiún indígenas amigos, guiado por un baqueano que le servía de guía y de lenguaraz.
06 de mayo de 1879
El general ROCA, al frente de mil ochocientos veteranos, parte desde Carhué en dirección al Río Colorado. El ejército del centro, al mando del coronel EDUARDO RACEDO, avanzó hasta 40 leguas después de Villa Mercedes. Todas las fuerzas que venían desde Córdoba, junto con la división de San Luis, tenían la orden de converger hacia Médano Colorado
07 de mayo de 1879
Esta fuerza con el general ROCA a la cabeza, llegó a Nueva Roma, punto de partida para el desierto inexplorado.
08 de mayo de 1879
El general ROCA, desde “Nueva Roma” parte en dirección a “Salinas Chicas”, donde esperará la “División Puán”, que venía a las órdenes del coronel TEODORO GARCÍA. La “División Trenque Lauquen”, del coronel CONRADO E. VILLEGAS, marchaba a la vanguardia y se hallaba ya en las márgenes del río Colorado.
El teniente coronel NAPOLEÓN URIBURU, comandante del 4º Cuerpo de Ejército en operaciones sobre los valles de los Andes, llegó al río Grande y exploró sus tributarios, encontrando grandes cantidades de ganado chileno invernando en territorio argentinos, por lo que los ganaderos chilenos le solicitaron permiso para seguir ocupando esos campos y se ofrecieron para ayudar al ejército en operaciones contra los indígenas.
13 de mayo de 1879
Llega al río Colorado la División del coronel VILLEGAS, y se construye una gran balsa para cruzarlo. Un Regimiento de vanguardia lo pasa a nado sin inconvenientes.
13 de mayo de 1879
El general JULIO ARGENTINO ROCA llega al Río Colorado, destino final de la marcha que emprendiera con el objetivo de recuperar el territorio de la Patagonia oriental para la soberanía nacional.
Ese mismo día, el corresponsal de La Prensa, que marchaba con la expedición al desierto, por medio del servicio “chasque” que envió a la estación telegráfica del “Fuerte Argentino”, informó que habían llegado al río Colorado, después de acampar en Salinas Chicas y Algarrobo Clavado. “Los campos —agrega el articulista— son en esa zona muy hermosos, de abundantes pastos, agua y leña.
13 de mayo de 1879
El general ROCA, rehusando el honor que se le había discernido, autorizándolo para bautizar a un paso del río Colorado con su nombre y deseando, a la vez, demostrar su aprecio a su antecesor en el Ministerio de guerra, le ordena al coronel VILLEGAS que hiciera colocar en aquel sitio, un palo con la inscripción “Paso Alsina”, denominación que quedó hasta el día de hoy en aquella parte de dicho río
13 de mayo de 1879
En persecución de un numeroso grupo de indios que huían hacia la cordillera, llegan al río Colorado las fuerzas comandadas por el coronel CONRADO VILLEGAS, el coronel LORENZO VINTTER y el coronel TEODORO GARCÍA y mientras la vanguardia lo cruza a nado para establecer una cabecera de playa, se construyen balsas para que el resto de la tropa y los bagajes puedan vadearlo
14 de mayo de 1879
Las fuerzas de los coroneles CONRADO VILLEGAS, LORENZO VINTTER y TEODORO GARCÍA, cruzan en balsa el río Colorado.
23 de mayo de 1879
La División comandada por el coronel HILARIO LAGOS (hijo), integrante del Ejército que bajo el mando del general JULIO ARGENTINO ROCA estaba empeñada en la “conquista del desierto”, atacó a una fuerza de 300 indígenas que se habían hecho fuertes en “Luan Lauquen”, y luego de vencerlos, estableció allí su campamento.
24 de mayo de 1879
Después de una penosa y arriesgada marcha de cuarenta días, manteniendo repetidos y violentos encuentros con partidas dispersas de indígenas que aún, a pesar de la pérdida de muchos de sus caciques, se resistían al avance del “blanco”, con 6.000 soldados y rifles nuevos, el 24 de mayo de 1879 la fuerza expedicionaria llega a los poblados indígenas que ocupaban el territorio de la actual Choele-Choel, en la provincia de Neuquén.
Rinde pacíficamente s sus pobladores e izando la Bandera Argentina, funda allí el pueblo de «Avellaneda» en homenaje al en esos d´´ias Presidente la Nación(origen de la actual ciudad de Choele-Choel).
Desde allí, se dará comienzo entonces, a la segunda etapa del Plan de Operaciones de ROCA y mientras desde otros puntos, las compañías del sur hacían su camino hacia el río Negro y el Neuquén (el tributario norteño del río Negro, que juntos, marcaban la frontera natural desde los Andes hasta el Atlántico), ROCA se dirige hacia Neuquén
02 de junio de 1879
El general JULIO A. ROCA, desde Choele-Choel, escribió al entonces presidente de la República, expresándole: “Hoy hemos cantado un solemne Tedeum, para dar gracias al Señor de los Ejércitos por el feliz resultado de nuestra campaña.
El Señor Provisor doctor ESPINOSA celebró el Santo Sacrificio de la Misa, en una verde y hermosísima llanura, a orillas del Río Negro, asistiendo todos los cuerpos como en orden de gran parada.
El espectáculo resultó imponente y le aseguro que en ningún tiempo como entonces, hemos estado compenetrados de un porte religioso y sagrado recogimiento. En ninguna parte como en el desierto se siente uno más cerca de Dios. Mañana, al clarear el día, nos ponemos en marcha hacia el Neuquén…”.
04 de junio de 1879
Las fuerzas del general ROCA en marcha desde la isla Choele-Choel,llegan a Neuquén y luego de remontar el río Negro hasta su confluencia con el Limay, da por terminada la misión que se le impusiera: La toma de posesión de esos territorios, para incorporarlos a la integridad nacional.
Mientras esto sucedía, el general NICOLÁS LEVALLE avanzaba con la segunda división desde Cathué hasta Traurú Lauquen (Acha) en la Pampa central e HILARIO LAGOS, desde Trenque Lauquen, al mando de la quinta división se dirigía a Luan Lauquen y la tercera división al mando de EDURDO RACEDO, avanzaba en dos columnas: una desde Villa Mercedes (San Luis) y la otra desde el Fuerte Sarmiento (en Córdoba), para reunirse ambas en Médano Colorado, desde donde planeaban avanzar hasta Poitahué y Pitre Lauquen. Por su parte, NAPOLEÓN URIBURU al mando de la cuarta división marchó desde San Rafael (Mendoza), hasta el río Neuquén.
Muchos establecimientos fueron construidos en la cuenca de estos dos ríos, así como también en el río Colorado. Por mar, algunos establecimientos fueron erigidos en la cuenca sur del río Santa Cruz, principalmente por colonos galeses.
1879
La organización de la Campaña del Desierto determinó que en 1879, se creara la “Oficina Topográfica Militar”, que fue puesta bajo la jefatura del coronel MANUEL J. OLASCOAGA.
26 de junio de 1879
Combate de Choique Mahuida (Sierra del Avestruz) en la actual provincia de La Pampa. Cuando la tribu del cacique NAMUNCURÁ se alejaba de sus antiguos dominios pampeanos, tratando de evitar un encuentro que temía decisivo, para llegar a sus tolderías de su tío, el cacique REUQUECURÁ, donde se reorganizaría para continuar la lucha, una avanzada de las tropas del general ROCA, cerrando las pinzas de una encerrona que habían armado, los toman por sorpresa y luego de un encarnizado combate, las rinden y las obligan a volver sobre sus pasos y someterse a la autoridad.
29 de junio de 1879
Combate del “Paso de la balsa”. Obligados por una implacable persecución que en los territorios hoy ocupa la provincia de Neuquén, a la que los sometían las fuerzas comandadas por los mayores TABOADA e ILLIESCAS, los indígenas trataban de refugiarse en la seguridad que les ofrecía las cercanas montañas, pero no perdían la oportunidad de hacer alguna salida para hacerse de armas y caballos.
Fue así que el 29 de junio de 1879, setenta de ellos, en proximidades del “Paso de la Balsa”, completamente desnudos cruzaron con sus caballos el río Neuquén y atacaron a una partida que venía persiguiéndolos y que logró rechazarlos, gracias a que lo quebrado de la zona, les permitió tomar una adecuada posición.
09 de julio de 1879
Desde Choele-Choel, el coronel CONRADO E. VILLEGAS, le comunicó al general ROCA que había colocado la señal del “Paso Alsina”, “cumpliendo así los deseos de vuestra excelencia, en el glorioso aniversario de nuestra Independencia”.
17 de julio de 1879
Una de las comisiones enviadas por el mayor SATURNINO TORRES, quien cubría con sus fuerzas el paso del río Agrio, en la Provincia de Neuquén, alcanzó y batió a un grupo de indios que huían aguas abajo por la costa del río Neuquén. Entre ellos se encontraba los indios procedentes de la Pampa, que habían venido huyendo tras las operaciones conjuntas realizadas por las divisiones expedicionarias al desierto. El cacique BAIGORRITA, herido al ser tomado prisionero, falleció al día siguiente.
12 de octubre de 1880
Roca presidente, lanza la última etapa de la campaña al desierto. El 12 de octubre de 1880, el general JULIO ARGENTINO ROCA, sucedió a NICOLÁS AVELLANEDA como Presidente de la Nación y convencido que era imperativo conquistar el territorio al sur del río Negro lo más pronto posible, en 1881 ordenó el lanzamiento de lo que será la última etapa de la Campaña al Desierto y puso en manos del coronel CONRADO VILLEGAS, la ejecución de la misma.
En el término de un año, VILLEGAS conquistó el territorio de la actual provincia de Neuquén (alcanzó el río Limay). La campaña continuó presionando a la resistencia de los pueblos originarios más al sur, para luchar la última batalla, el 18 de octubre de 1884. El último grupo rebelde de más de 3.000 miembros bajo el mando de los caciques INACAYAL y FOYEL, se rindieron dos meses después en la actual provincia de Chubut.
19 de enero de 1881
La destrucción del “Fuerte Guanacos” en Neuquén y la matanza de su tropa por los indígenas rebelados a los tratados firmados por el general JULIO ARGENTINO ROCA, obligan a realizar una nueva “campaña del desierto” (será la sexta), para lograr la definitiva pacificación de la Patagonia.
16 de enero de 1882
Combate en el “Fortin Primera División”. Una partida de 1.000 indígenas liderados por los caciques NAMUNCURÁ, SAYHUEQUE, NANCHUQUEO y RENQUENCURÁ, atacaron el fortín Primera División, y fueron rechazados por el capitán JUAN JOSÉ GÓMEZ, que contaba solamente con 16 soldados y 14 peones, después de un heroico combate con fuerzas muy superiores.
28 de marzo de 1882
Se organiza una nueva expedición que al mando del coronel CONRADO VILLEGAS, debe llegar hasta el pie de los Andes en Neuquén..
04 de diciembre de 1882
COMBATE DE CUMULLÚ. En este paraje, presumiblemente situado al oeste del actual Lago Moquehue (Chile), tuvo lugar un sangriento combate entre una patrulla compuesta por 45 soldados bajo el mando del comandante MANUEL RUIBAL y 150 lanceros dirigidos por el cacique QUEUPO.
06 de enero de 1883
Combate de Pulmarí. Una partida de 40 soldados al mando de un capitán y un teniente, pertenecientes a las fuerzas del coronel CONRADO VILLEGAS, que marchaba en persecución de un “grupo de salvajes”, según el parte que este jefe enviara a sus superiores, al llegar a Pulmarí, fue atacado por éstos, cayendo en la acción los dos oficiales que iban al mando y uno de sus soldados.
En el mismo parte el coronel VILLEGAS menciona que “ese contingente fue atacado “por indios y fuerzas a cuyo frente se veía un oficial con uniforme, espada y revólver en mano” y como explicación de la derrota, el informe resalta la presencia de ese uniformado entre los mapuches, lo que aparentemente desorientó al capitán que mandaba las tropas argentinas, que por eso habría ordenado cesar el fuego, creyendo haber chocado por error, con alguna de nuestras partidas que maniobraban en distintas direcciones.
Los indígenas no se detuvieron en ninguna consideración, continúa diciendo el parte y atacaron a los perseguidores, provocando las bajas consignadas”.
22 de enero de 1883
Combate de Apulé. El teniente coronel NICOLÁS H. PALACIOS vence en esta localidad al sur del río Limay, a los últimos caciques rebeldes de la Patagonia, Shaihueque e Inacayal, indiscutidos cacique de los Andes Patagónicos, quienes, luego de ese combate, se refugian en Neuquén, con los últimos 600 guerreros que restan de su otrora invencibles tropas.
El comandante NICOLÁS H. PALACIOS que al mando de la III Brigada operaba en inmediaciones del Lago Nahuel Huapi, persiguiendo los caiques SAYHUEQUE y INACAYAL destacó como observador al capitán ADOLDO DRURY para que al mando de 15 soldados del 7º de caballería y 10 indios “amigos”, explorara el terreno y le informara acerca de cualquier movimiento o novedad que observase.
Marchaba DRURY reconociendo el campo, cuando al penetrar en el valle de Apulé, descubrió una gran cantidad de indígenas preparándose para marchar. Era la tribu de SAY HUEQUE compuesta por 400 “indios de pelea” y 800 de “chusma” (familiares, ancianos y bagajes) y luego de enviar un mensajero para advertir de esta situación al comandante PALACIOS, cargó en medio de una gritería que esperaba sirviera para amedrentar a la indiada y logra separar a la “chusma” y a la hacienda del núcleo fuerte de esta tribu, tras lo cual se repliega para apoyarse contra la falda de un cerro cercano, en espera de los refuerzos que esperan lleguen a su llamado.
Repuesto SAYHUEQUE de este ataque tan sorpresivo como temerario, le ordena a uno de sus capitanejo atacar las posiciones de “los blancos”, para recuperar a su gente y al ganado que le habían llevado.
Serán 400 indios contra 23 soldados y pronto, 14 de esos valientes de la patria quedan heridos y la indiada logra rescatar a su gente y al ganado, pero vuelve con renovados bríos para acabar con el “blancu”.
Una muchedumbre contra solo 23 hombres (14 de los cuales están heridos) libran un feroz combate, que ahora es a sable, “bola” y cuchillo”. De a pie, aferrados a un árbol para o caer, estimulados por las voces de aliento de su capitán, conteniendo las sangre que les brotaba de mil heridas con un trapo sucio, los soldados de DRURY no se entregan ni se dejan matar.
Y cuando parece que todo está terminado para los valientes soldados de la patria, el capitán DRURY, aunque también él está herido, logra abatir de un sablazo al capitanejo que se había entreverado con la tropa buscándolo a él, justo en momento que el comandante PALACIOS llega al valle y logra darle vuelta al destino del combate, poniendo en fuga a las diezmadas huestes de SHAIHUEQUE e INACAYAL.
17 de febrero de 1883
Una partida de indígenas aliados con algunos delincuentes y desertores llegados desde Chile, atacó a una fuerza que al mando del Sargento mayor JUAN G. DÍAZ, desprendida de los efectivos que el coronel CONRADO VILLEGAS, había salido en persecución de una indiada que asolaba la región.
Atacado en dos frentes en los alrededores de la Laguna Aluminé y con manifiesta inferioridad de efectivos, el mayor Díaz, con sus treinta y tres soldados y los tenientes SATURNINO CANAVERI, SONTAG y WAPPERS, pudo repeler el ataque y regresar con su tropa al campamento.
05 de mayo de 1883
El coronel VILLEGAS informa el fin de la segunda expedición ordenada por ROCA. El general CONRADO VILLEGAS informó que cumpliendo con los objetivos de su segunda expedición hacia el sur, para pacificar esta frontera, había logrado el control de un gran territorio comprendido entre los ríos Limay y Neuquén, la cordillera de los Andes y la Patagonia austral.
El resultado de esta campaña fue la neutralización de las tribus de indígenas combatientes que dominaban todo el territorio del sur de la república, luego de haberse recompuesto; tras la batida que sufrieron a manos de la expedición del general JULIO A. ROCA.
Pero aún mermadas sus fuerzas, diezmados sus guerreros y muertos o prisioneros sus caciques, el pueblo aborigen siguió aferrándose a su tierra y a sus costumbres, sin aceptar la llegada de la civilización.
Largos años de lucha habían mermado sus ímpetus, muchos de sus guerreros quedaron en la tierra ensangrentada de la Pampa que va desde el Atlántico hasta la Cordillera de los Andes y “el blanco” cada vez más organizado y numeroso, lo fue corriendo de sus tolderías y mientras lentamente, se iban retirando hacia el oeste, siguieron realizando nuevas incursiones, obligando a una permanente presencia de las fuerzas nacionales, para custodiar a los pobladores, que poco a poco se iban animando a ocupar estas tierras para cultivarlas y criar ganado, sin el temor de perderlo todo.
13 de diciembre de 1883
La embarcación «Modesta Victoria» entra por primera vez al lago Nahuel Huapí.
El fin de esta larga lucha, llegó el 18 de diciembre de 1884, fecha en la que el último grupo rebelde de más de 3.000 “lanzas”, bajo el mando de los caciques INACAYAL y FOYEL, se rindieron en la actual provincia de Chubut.
Se acabaron los malones y l terror. Desaparecieron de la inmensidad de la Pampa las viejas tribus de CALFUCURÁ, de los hermanos CATRIEL, los ranqueles de YAMQUETRUZ, MARIANO y EPUMER y las bravías huestes de PINCÉN, después de combatir fieramente más medio siglo (1823/1884), contra todas las tropas nacionales que fueron a su encuentro comandadas por RAUCH, ROSAS, VILLEGAS, PACHECO, MITRE, ROCA, VINTTER y otros bravos.
Dos de los más famosos protagonistas de esos años de lucha sin cuartel, BAIGORRITA y NAMUNCURÁ se escaparon de sus perseguidores y se dirigieron hacia Chile. NAMUNCURÁ, el otrora insolente soberano de Salinas Grandes que en su huída, pasó a Chiloé, luego a la Cortadera, más tarde a Acuarez, para desaparecer finalmente sin dejar rastro, abandonó su tribu y sólo lo acompañaba su mujer, 10 indios de lanza y unos pocos de “chusma”.
BAIGORRITA, por su parte, que al no aceptar el sometimiento a las autoridades, que se le había ofrecido en condiciones muy dignas, se vio también obligado a refugiarse en tolderías semi escondidas en los contrafuertes andinos, para eludir la una persecución que cada vez lo acorralaba más.
01 de enero de 1885
El último acto de este drama. El 1º de enero de 1885, el cacique SAYHUEQUE, el más poderoso y temido jefe aborigen de gran prestigio y poder entre los pampas y los araucanos, acorralado por las fuerzas del sargento mayor MIGUEL VIDAL, se entrega en el fuerte “Junín de los Andes”, al jefe del Regimiento 7 de Caballería, teniente coronel NADAL, llevando consigo a 700 indígenas “de lanza”, y 2.500 “de chusma” pertenecientes a las tribus de INACAYAL, HUENCHENECUL, CHIQUINCHAN, QUAL SALVUTIA y otros más.
Y así terminó la “Campaña al Desierto” una lucha épica, librada contra los aborígenes, que defendieron lo que consideraban “su tierra” (y lo era), como solo sabían hacerlo: maloneando, atacando una y otra vez a los poblados, incendiando los campos, robando el ganado, hostilizando permanentemente a los fortines, asaltando a los viajeros y cometiendo mil tropelías más, la mayoría de las veces, organizadas por “blancos renegados” que encontraron en ellos, la carne de cañón necesaria para lograr sus objetivos de riqueza personal.
Para finalizar, es necesario recordar que muy pocos fueron los casos en que el enfrentamiento se llevó a cabo con auténticos aborígenes de nuestras tierras, pues la mayoría de los caciques y capitanejos que encabezaron acciones hostiles, eran araucanos y mapuches que cruzaron la cordillera en busca de buenos pastos para su ganado y mejores oportunidades para sobrevivir, cansados de la lucha cruel a que los obligaba la aridez y los rigores del clima que eran la característica de sus tierras al otro lado de la Cordillera, estimulados a ello además, por la política expansionista del gobierno trasandino, que intentaba así ocupar el territorio patagónico, para poder reclamar luego, derechos soberados sobre el mismo (ver Las campañas al desierto).