EL GOBIERNO DE BUENOS AIRES DECLARA INFAME A JOSÉ GERVASIO DE ARTIGAS (11/02/1814)

El 11 de febrero de 1814, el gobierno de Buenos Aires, encabezado por GERVASIO ANTONIO DE POSADAS, declaró «infame» y puso precio a su cabeza, al caudillo oriental JOSÉ GERVASIO DE ARTIGAS (ver Nuevo enfrentamiento del Directorio con Artigas)..

En esa fecha, el Director Supremo GERVASIO ANTONIO DE POSADAS dictó un Decreto por el cual se declaraba «infame» a JOSÉ GERVASIO DE ARTIGAS, le privaba de sus empleos y ofrecía 6000 pesos al que lo presentase «vivo o muerto», por haberse retirado del Sitio puesto por el gobierno de Buenos Aires a Montevideo y haber hecho claras manifestaciones de oposición al Triunvirato, participando en la «Liga Federal», abiertamente hostil a este gobierno (ver Se ordena la captura de Artigas).

En realidad, el famoso caudillo oriental se había declarado en abierta oposición al gobierno, luego de que la Asamblea del Año XIII rechazara la incorporación de los Diputados enviados por la Banda Oriental, aduciendo errores formales en la presentación, pero que en verdad, lo era porque las instrucciones que les había dado Artigas significaban un terminante y definitivo rechazo a la política centralista de Buenos Aires.

Sin embargo, el 17 de agosto de 1814, el Director Supremo GERVASIO ANTONIO DE POSADAS, el mismo que lo había declarado «reo de alta traición», seguramente porque no convenía tener de enemigo al único hombre que podía garantizarle la expulsión de los españoles de la Banda Oriental, lo repuso en su empleo de Coronel del Regimiento de Blandengues.

Se anuló en consecuencia el Decreto de proscripción y se lo designó Comandante General de la Campaña Oriental de Montevideo, nombramiento este último, que ya se le había discernido el 18 de febrero de 1813.

Uno de los argumentos del ultimamente citado Decreto decía «por haberse comprobado por correspondencias interceptadas, que no había tenido parte en la coalición que con el nombre de «Liga Federal» habían formado algunos oficiales de la Banda Oriental y de las provincias del Litoral, que en enero de ese año, se habían rebelado para oponerse al poder central que ejercía el gobierno de Buenos Aires»-

Lo que era toda una falacia, pues era bien sabido la influencia, el protagonismo  y la activa participación que Artigas había tenido en la formación y en la ejecución de las acciones de esta «Liga Federal» y fue así, que pese a todo, al poco tiempo, nuevamente estalló la guerra entre Artigas y el Directorio (ver Artigas, enojado con el gobierno de Buenos Aires).

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