Autor: Horacio 10/12/2015 0 Comentarios

El gobierno de JUAN MANUEL DE ROSAS dispone la devolución de sus pasaportes, a los ciudadanos franceses, que pretendían ignorar las leyes vigentes en la Confederación.

El Ministro de Relaciones Exteriores FELIPE ARANA, le envía a su pedido, los pasaportes retenidos a ciudadanos franceses, solicitados por el vicecónsul francés AIMÉ ROGER.

Acompaña a este envío, una nota fechada el 13 de junio de 1836, por medio de la cual le comunica al funcionario francés, que «caracterizado que fuese por el rey de Francia en forma suficiente, recién se le proporcionaría al gobierno de Buenos Aires la oportunidad de dar las explicaciones requeridas por el Sr. ROGER».

Estas explicaciones, se vinculaban con la queja sostenida por el Sr. ROGER, en relación al trato dispensado a los ciudadanos franceses en Buenos Aires.

Por ley del 1º de abril 1821 ningún extranjero podía ser propietario de bienes raíces, ni ejercer profesión u oficio, ni de los demás derechos de que gozaban los ciudadanos de las Provincias Unidas, en tanto los residentes extranjeros con más de dos años en el país, no prestaran servicios en la milicia para defensa del orden público en el cual éstos también se encontraban interesados.

Este principio era aplicado mayoritariamente en todas las naciones más avanzadas del mundo, por lo que la queja del vicecónsul francés no tenía mayores fundamentos.

Sostuvo el Sr. ROGER que el trato era discriminatorio hacia los franceses, en tanto los ingleses no debían cumplir con éstos requisitos para gozar de todos los derechos que disponían los ciudadanos argentinos.

Se le respondió que con Inglaterra existía un tratado bilateral celebrado el 2 de febrero de 1825, que estipulaba la «reciprocidad de derechos a los ciudadanos de ambos países y que además no existía con Francia un tratado igual».