CÓMO CRUZAR UN RÍO SIN PUENTE EN EL SIGLO XVII

El explorador francés ACÁRATE DU BISCAY, relata cómo hacían los aborígenes para cruzar una corriente de agua, si no había puente. y die al respecto:

“… Observaré de paso, que tanto estos ríos como los demás de las provincias de Buenos Aires, Paraguay y Tucumán, que desaguan en el Río de la Plata, son vadeables a caballo, pero cuando las lluvias o cualesquiera accidente los hace crecer, el viajero se ve obligado a atravesarlos nadando. O como lo hacían los aborígenes, «ahupándose» sobre un bulto en forma de balsa que un salvaje pasaba tirando del lado opuesto.

Yo no sabía nadar, y por lo mismo tuve dos o tres veces que acudir a este expediente cuando no encontraba paso. El modo de verificarlo era éste: mi indio mataba un toro, desollábalo, y rellenando el cuero con  paja, lo cerraba y aseguraba  con correas del mismo cuero. Me colocaba yo sobre él y el indio cruzaba el río nadando, llevándome tras de sí, por medio de una soga atada al bulto; repasando el río en seguida, hacía pasar a nado los caballos y muías adonde yo estaba.

Dixit:  Acárete Du Biscay (“Relación de los viajes de Acárete Du Biscay al Rio de la Plata en 1657”, citado en el Tomo 13, Nº 49 de La Revista de Buenos Aires)

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