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ATENTADO CONTRA EL PRESIDENTE VICTORINO DE LA PLAZA (09/07/1916)
El 9 de julio de 1916, un joven anarquista atentó, felizmente sin éxito, contra la vida del presidente de la Nación, el doctor VICTORNO DE LA PLATA.
Este hecho, producido durante los festejos por el Centenario de la Declaración de la Independencia Argentina, que se desarrollaron en Buenos Aires, fue sin duda, el suceso más dramático y conmovedor que vivieron los porteños en esas jornadas que debían ser de júbilo.
Mientras el doctor VICTORINO DE LA PLAZA y sus acompañantes, pasado el luminoso mediodía del 9 de julio, contemplaban el paso de los últimos efectivos del desfile militar organizado para la fecha, un joven que marchaba al costado del batallón de Exploradores Argentinos, al pasar frente al balcón presidencial, giró sobre sus talones y extrayendo de entre sus ropas un revólver apuntó hacia donde se hallaba el primer magistrado y gatilló el arma.
El tiro no salió pero a una segunda tentativa se produjo el disparo y la bala fue a incrustarse en la pared de la Casa Rosada debajo del balcón que ocupaba el doctor de la Plaza.
Cuando intentaba hacer fuego por tercera vez el agresor fue desarmado por uno de los espectadores (se dice que una dama acomete al criminal con un pincho de su sombrero).
Mientras la multitud lo rodeaba tratando de agredirlo, el joven, cuyo nombre era JUAN MANDRINI, gritaba “Viva la anarquía” y “¡Autócratas!”.
El presidente permaneció en el balcón sin que su actitud revelara en manera alguna haber advertido el intento de asesinato del que había sido objeto y cuando se lo puso al tanto de lo sucedido, dijo “debe ser un simple incidente. Debe ponerse en inmediata libertad al detenido”.
Interrogados por los funcionarios policiales y el periodismo, los vecinos de Mandrini manifestaron que se trataba de un honrado obrero que con su trabajo costeaba la subsistencia de sus ancianos padres y que jamás le habían escuchado expresiones que revelaran las ideas avanzadas que, al parecer, profesaba.