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BALVANERA UN BARRIO DE PELÍCULA (1896)
La mágica sala oscura de la radiante pantalla, nos era propicia para el ensueño, solo turbado por los haces de luz de las linternas de los acomodadores y de los “carameleros” que recorrían las filas haciendo malabarismos”, dice con nostalgia JORGE ALBERTO PORTELA, un “balvanerense de ley”, cuando comienza a relatarnos esta historia acerca de su Barrio y su vinculación con el mundo de la cinematografía.
Pero antes de entrar en tema, continúa diciendo PORTELA, traigamos el recuerdo del maestro DI NÚBILA, un referente de la época de oro de nuestra cinematografía que nos introducirá en los comienzos de esa actividad bien llamada “Séptimo Arte”.
Los orígenes
La “Sala Cinematográfica”, el “Biógrafo” y finalmente “el Cine”, entraron en nuestras vidas, los argentinos, allá por 1896 según cuenta- el maestro DI NÚBILA; en el Teatro Odeón, por iniciativa de su propietario Don Francisco PASTOR se exhibieron las primeras «filmaciones animadas» de Lumière, junto con otros de los «míticos» europeos y la primera Sala » estable»‘, fue la de Gregorio ORTUÑO. Se llamaba “Cinematógrafo Nacional” y se abrió en 1900 en la calle Maipú 471/479, de la ciudad de Buenos Aires.
A esta la seguirá el llamado “Cinematógrafo Lumière Perfeccionado”, que comenzó a las proyecciones en la calle Artes (hoy Carlos Pellegrini) y para 1902 ya eran varias las salas y “Kinetoscopios” que se abrirán en el Barrio. En 1908 surgen las «Salas nacionales» que presentan las primeras películas producidas en el país: «El fusilamiento de Dorrego” y “Juan Moreira”, esta última producida por MARIO GALLO y con el debut como actor principal de ENRIQUE MUIÑO.
En 1915 se estrena “Nobleza gaucha”, el primer éxito de la “era silente” de la cinematografía nacional; una obra de interesante trama costumbrista con logradas escenas filmadas en el campo y la ciudad, donde aparecen la avenida de Mayo, Plaza Constitución, el Congreso y como plato fuerte, la salida del Armenonville, cabaret entonces de moda.
Ya por 1932, el “Biógrafo” nos convocará como espectadores de “Mosaico criollo”, la primera cinta nacional sonora y al año siguiente la cinematografía nacional inicia su ascendente camino hacia la excelencia, con “Tango” (imagen con un afiche de la época), la muy exitosa película producida por “Argentina Sono Film” e interpretada por TITA MERELLO, LIBERTAD LAMARQUE, AZUCENA MAIZANI, LUIS SANDRINI, PEPE ARIAS y otros artistas que pronto se convertirán en ídolos indiscutidos del público argentino.
El Museo del Cine
Balvanera, barrio aledaño del centro, fué el primero en sucumbir al encanto del Séptimo Arte” dicen nuestros viejos “balvarenenses” y tan es así que en él, se instaló el Museo del Cine “Pablo C. Ducrós Hicken” , creado en 1971 y ubicado en Sarmiento 2573, en un edificio que fuera construido en 1895, para albergar la Escuela “Carlos Tejedor”
Treinta y un equipos para la filmación, que fueran propiedad de DUCRÓS HICKEN, uno de nuestros primeros investigadores e impulsores de la cinematografía y destacado coleccionista, fueron la base de este Museo, que también dispone de un Archivo Documental, Laboratorio Fotográfico, Biblioteca con más de 1.000 guiones de películas nacionales y una vasta colección de cámaras, proyectores, y moviolas, vestuarios, maquetas, bocetos de escenografías, utilería, objetos personales de diversos actores y actrices, cintas magnetofónicas y una importante “Cineteca”.
Balvanera y su idilio con el cine
Si a comienzos del siglo XX recorríamos las cuadras de la calle Lavalle que van desde Callao hasta. Junín, nos habríamos encontrado con el verdadero corazón de la industria cinematográfica en Buenos Aires: Filiales de empresas cinematográficas de todo el mundo, representantes y distribuidores, productores, equipamientos para la industria, y un verdadero mercado persa del nuevo y del usado, ocupan este sector de la ciudad que pronto impulsará la industria cinematográfica hacia un exitoso futuro.
Traído de la mano por los Laboratorios “Alex”, propiedad de un genovés llamado ALESSANDRO CONNIO SANTINI, que se había instalado con una “casa de ventas” de material cinematográfico, especialmente en 16 mm. en Maipú 456, alrededor de 1928, se funda en el Barrio, el que fue el “primer Laboratorio Cinematográfico” que funcionó en el país. Estaba ubicado en Sarmiento 2172 y comenzó procesando películas mudas, en blanco y negro.
El volumen que fueron adquiriendo sus operaciones y la demanda de nuevas técnicas, sistemas y fuentes, le impone mudarse y en 1949, en un edificio propio, una planta de 10.000 m2. que hace construir en Núñez, incorpora un centro de grabación de sonido y doblaje y equipos de avanzada.
A partir de entonces, los “Laboratorios Alex” serán un orgullo de la industria cinematográfica nacional; se consagran como su máximo referente y su nombre comienza a figurar casi con exclusividad en los “méritos”, que aparecían al final de cada película
Nombres famosos
Vuelve PORTELA con sus recuerdos y nos cuenta que es relevante la gran cantidad de actores, actrices, estrellas del cine nacional y personajes famosos que nacieron o vivieron en alguna circunstancia de sus vidas en el Barrio de Balvanera. Vinculados con el cine, nos trae los nombres de ENRIQUE SANTOS DISCÉPOLO que nació en la calle Paso 111.
JOSÉ PEPE ARIAS hijo de un puestero del Abasto, que nació en 1900 en la calle Laprida (hoy Agüero) 652, en pleno Abasto; ENRIQUE MUIÑO que vivió gran parte de su vida en Rincón 1440 y luego en Carlos Calvo 2281. ELÍAS ALIPPI, que vivió en Bartolomé Mitre al 3900, siendo casi vecino de LUIS ARATA, que vivió en la calle Río de Janeiro.
ENRIQUE LAPAGUE, importador y pionero de la industria cinematográfica argentina que junto a MAX GLUCKSMANN desde su empresa, ubicada en Callao y Bartolomé Mitre, fueron los primeros en ingresar al país equipos proyectores y filmadoras y LUCAS EMARE, exitoso productor y director cinematográfico.
A ellos debemos sumarles, “para honra de nuestro Barrio”, nos dice PORTELA, los nombres de CARLOS GARDEL, que vivió allí nomás, cerca del Mercado de Abasto; del acordeonista VILLOLDO y de ENRIQUE CADÍCAMO, CARLOS MUÑOZ, JORGE LUIS BORGES y MACEDONIO FERNÁNDEZ que se reunían muy frecuentemente a tomar un café en La Perla del Once, en Rivadavia y La Rioja, OSVALDO FRESEDO otro visitante y admirador de este barrio al que le dedicó el tango “El Once” y para cerrar la lista, seguramente muy incompleta, no podemos olvidarnos de la Madre María, que vivió en la calle Rioja 771 y se hizo muy famosa por sus dotes de curandera y vidente.
Balvanera era todo cines
Sabe Usted cuántos cines supo haber en nuestro barrio?, nos pregunta Portela y ante nuestra muda respuesta nos dice: “cerca de 40” son los que fueron en las calles y las almas de Balvanera” y rápidamente se apresta a enumerarlos:
Los más viejitas aparecieron allá-por 1900. Uno de ellos estaba en la avenida Callao aproximadamente al 250. Alrededor de 1913, se lo reconstruyó totalmente y en el mismo lugar surgió una Sala con lujosas instalaciones, que funcionó hasta que, en el mismo predio, en 1926, se construyó la nueva sede del restorán El Tropezón.
En 1908, en un misérrimo galpón ubicado en la avenida Rivadavia 2650, funcionó el “Biógrafo Colón”, especializado en proyectar películas francesas; En 1910 surgió el “Cine Radium” en la avenida Rivadavia 2101. Varias remodelaciones y mejoras en los equipos, lo llevaron a ser muy famoso en el barrio y la gente comenzó a llamarlo “Rivadavia Palace”. Recordamos también el “Cine Park Magnifique” en la calle Rincón 32, que proyectó durante largo tiempo la película «Nobleza Gaucha”.
En 1915 la Sociedad Juventud Católica, inauguró en Matheu 128 un Centro Recreativo donde se bailaba y también se proyectaban películas y más o menos para la misma época, el galpón que dejó el “Biógrafo Colón”, fue ocupado por el “Cine Armonía”. En la avenida Pueyrredón 328 funcionaba el “Aden Teatro Parissien”, en la avenida Callao 27 el famoso “Cine Callao” y en Corrientes 3254.
El “Cine Teatro Excelsior”, una sala que llegó a ofrecer hasta siete funciones diarias, sin descanso semanal, hasta que su propietario JULIO CÉSAR TRAVERSO lo transformó en el “Variedades” para adecuarlo como salón de baile (recordamos los famosos bailes de carnaval que allí se realizaban), exhibiciones de lucha libre, competencias entre cantores y bailarines y teatro.
En 1916 abrió sus puertas el “Varieté” en la avenida Corrientes, entre Agüero y Callao y un “Cine” cuyo nombre no recuerdo que estaba en la avenida Corrientes, entre Bermejo y Ecuador y que fue el primero en ofrecer a sus espectadores, un servicio de bufet,
En la avenida Corrientes 3150, durante muchos años, fue el preferido de los vecinos y puesteros del Mercado de Abasto, el “Cine Soleil Palace”, hasta que pasó a ser una sala que exhibía exclusivamente películas para la comunidad israelita. En 1924 se inauguró el “Cine Cataluña” en la avenida Corrientes 2046; era un hermoso edificio, obra del arquitecto belga ALBERTO BOURDÓN, que tenía capacidad para 1.500 espectadores y un espectacular techo vidriado con claraboya corrediza. En 1970 pasó a llamarse “Cosmos 70” y se hizo famoso por la proyección de cine alternativo de origen soviético, transformándose en un reducto de vanguardia cultural.
Recordamos también el “Radio City, que estaba en la avenida Corrientes 2067, frente mismo al antiguo “Cataluña” y que luego se transformará en el “Teatro Corrientes”; el “Cine Petit Colón” en la avenida Córdoba, casi esquina Anchorena; el “Cine Teatro Buenos Aires”, en Rioja al 400; el “Cine Armonía”, en la avenida Belgrano 3250; el “The American Palace” en Córdoba y Callao; el “Majestic” en la avenida Pueyrredón 230; el “Columbia”, en la avenida Pueyrredón 336; el “Bijou”, en la avenida Pueyrredón 965; el “Cine Once”, en la avenida Rivadavia 2066, frente a la Plaza Miserere; el “Loria”, en la avenida Rivadavia 3058; el “Cine Teatro Empire” en Hipólito Yrigoyen 1928 y una sala que funcionaba a pocas cuadras de allí, en la sede de La Fraternidad, el gremio de los maquinistas ferroviarios.
Y sigue la lista con un recuerdo para el ”Alba”, que estaba en Moreno 2967; el “Cervantes”, en Belgrano 1820; el “Guaraní”, en Belgrano 2160; el “Moderno”, en Hipólito Yrigoyen 1934; el “Perla”, en la avenida Independencia 1848; el “Grand Standard” en la avenida Corrientes 2067; el “Cine Teatro de La Hebraica”, en Sarmiento 2255 y finalmente, para aquellos de efímera vida que también supieron existir en nuestro barrio como el “Etoile Palace” en la avenida Corrientes 2759, el “Familiar”, en Larrea 527; el “Golden Plaza”, en la avenida Rivadavia 3058 y el “Plus Ultra”, en la avenida Córdoba 2930 (ver Barrio de Balvanera).
Fuentes: Manuscrito original de Jorge Alberto Portela 1995.