LA LIGA DE LAS NACIONES (18/07/1919)

En 1918, el presidente de los Estados Unidos de Norteamérica  Thomas Woodrow Wilson, se dirigió al Senado norteamericano para expresar su deseo de conformar una “liga para la paz” que implicara un compromiso de los Estados para evitar recurrir a la guerra nuevamente.

Este discurso se conoció como “el discurso de los 14 puntos” y el 28 de junio de 1919, los Estados firmantes del Tratado de Versailles, donde se acordaron los términos y condiciones que pusieron fin a la primera  guerra mundial, crearon el Estatuto de la “Sociedad de Naciones”, conocida también como “Liga de las Naciones”.

Aunque no logró resolver los graves problemas que se plantearon en los años 20, logró algunos buenos resultados durante su gestión,  especialmente como mediadora para evitar los numerosos conflictos internacionales que se suscitaron luego de finalizada la llamada Primera Guerra Mundial.

Participó en la firma del Tratado de Locarno en 1925 (1), posibilitó el ingreso de Alemania a la Sociedad en 1926  (recordemos que precisamente la negativa a que ello sucediera, fue la cauda del retiro de la República Argentina de ese Foro en 1920), luego de su exitosa gestión,  se produjo la firma del Tratado “Briand-Kellog” en 1928 (2), pero la crisis económica internacional que desorientó al mundo en 1929, la mostró incapaz encontrar el camino que condujera a la paz y así llegó la Segunda Guerra Mundial

De todas formas, su presencia en el mundo de la diplomacia fue trascendental. Fue la primera organización de sus características y argumentos fundacionales de la Historia y su gestión, con aciertos y fracasos,  demostró la necesidad de insistir en la instalación de este tipo de organismos, para mantener la armonía y la racionalidad entre los países del mundo  y así fue como nació las “Naciones Unidas”, ONU en idioma inglés” (ver Sociedad de las Naciones).

La República Argentina se incorpora a la Liga de las Naciones (18/07/1919)
Informado de la creación de este nuevo foro internacional y de los contenidos de dicho Estatuto, el gobierno argentino, a través de su Canciller, el doctor HONORIO PUEYRREDÓN, mediante una declaración difundida el 18 de julio de 1919, manifestó su adhesión al proyecto y fijando la posición oficial de la República Argentina a este respecto, declaró:

a) coincidir con el funcionamiento de la Sociedad, pero rechazando la segregación de los países neutrales en las asambleas públicas; y b) impugnar la distinción que los vencedores hacían entre beligerantes y neutrales, pues la misma contradecía los fundamentos constitutivos de una sociedad con la pretensión de resguardar la paz entre las naciones.

El 20 de enero e 1920, el presidente del Consejo Supremo de la Sociedad de las Naciones, George Clemenceau, considerando atendibles las sugerencias argentinas, se dirigió por telegrama al presidente HIPÓLITO YRIGOYEN invitando formalmente a la Argentina a adherirse al Pacto de la Sociedad de Naciones. YRIGOYEN aceptó la invitación, ratificando los términos a que se ajustará la adhesión de la Argentina a ese Foro, según ya se había adelantado en julio de 1919.

Luego de haber obtenido el acuerdo del Senado, en octubre de 1920, el Poder Ejecutivo nombró la delegación que representaría a la Argentina en la Liga de las Naciones (también llamada Sociedad de las Naciones). La misma estaba encabezada por el canciller HONORIO PUEYRREDÓN, e integrada por el entonces embajador argentino en París, MARCELO TORCUATO DE ALVEAR; el embajador argentino en Austria, FELIPE PÉREZ; el consejero ROBERTO LEVILLIER y el asesor técnico DANIEL ANTOKOLETZ.

La delegación argentina se retira de la Liga de las Naciones  (07/12/1920)
La “Sociedad de las Naciones” se reunió en Ginebra el 4 de diciembre de 1920 y durante una de sus sesiones plenarias, el representante argentino volvió a expresar las reservas y objeciones que la Argentina tenía hacia algunos de los aspectos contenidos en el Estatuto que se pretendía aprobar, afirmando su postura universalista en el principio de que “la victoria no da derechos”.

El 7 de ese mes y año, debido a la negativa de las naciones vencedoras de la guerra a aceptar la posición argentina de que todos los estados soberanos formaran parte de la Sociedad, sin excepciones de carácter discriminatorio, luego de que en una votación, la mayoría se expresara en contra de incorporar a Alemania y Austria, la delegación argentina, disconforme con un Foro que consideraba discriminatorio, se retiró de la Sociedad de Naciones, ratificando en su despedida, que debido a que “la victoria no da derechos”, se debería aceptar a todos los Estados que quieran ser parte de esta sociedad, creada precisamente para garantizar la paz mundial.

Biografía de Carlos Saavedra Lamas (Su vida, historia, bio resumida)

En 1932, cuando los «radicales» ya no estaban en el poder, y el gobierno argentino , trataba de robustecer sus lazos con Europa, la República Argentina volvió a figurar en un primer plano dentro de esa organización, destacándose por su labor en ese foro, el doctor CARLOS SAAVEDRA LAMAS (imagen), quien, jugando un papel preponderante, en 1936, se desempeñó como presidente de la Asamblea de la Liga de las Naciones, siendo galardonado ese mismo año, con el Premio Nobel de la Paz..

(1).. Los Tratados de Locarno, son ocho pactos que estaban  destinados a reforzar la paz en Europa después de la Primera Guerra Mundial y fueron firmados en Londres por los representantes de Bélgica, Checoslovaquia, Francia, Alemania, Reino Unido, Reino de Italia y Polonia

(2) El pacto Kellogg-Briand, más conocido como Pacto de París, es un tratado internacional que fue firmado el 27 de agosto de 1928 en París por iniciativa del ministro de Asuntos Exteriores de Francia, Arístides Briand, y del Secretario de Estado de los Estados Unidos Frank B. Kellog, mediante el cual los quince estados signatarios, se comprometían a no usar la guerra como mecanismo para la solución de las controversias internacionales. Este pacto es considerado el precedente inmediato del artículo 2.4 de la “Carta de las Naciones Unidas” en el que se consagra con carácter genera la prohibición del uso de la fuerza para dirimir controversias (Wikipedia).

.

1 Comentario

  1. ricardo javier castillo bravo

    94285494@gmail.com
    EL USO DE LA FUERZA NUNCA SERA EL MEDIO PARA DIRIMIR CONTROVERSIAS, HE AQUÍ LA IMPORTANCIA DE ESTOS TRATADOS QUE REGULAN LA PAZ MUNDIAL.Y QUE ES SIN DUDA ALGUNA UNA MUY BUENA DESICION QUE COADYUVA A NO RECURRIR A LA GUERRA MUNDIAL.

    Responder

Dejar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *