LA MACACHA (1787-1866)

.Así se la llamaba a MARÍA MAGDALENA DÁMASA GÜEMES (1787-1866), hermana del heroico caudillo salteño, MARTÍN MUGUEL DE GÜEMES. Era una hermosa mujer de elevada estatura, tez pálida y cabello rubio. Poseía una gran inteligencia natural y fue la consejera del ilustre general, que la consultaba a menudo en los momentos más difíciles. Bondadosa con las gentes del pueblo, era querida y respetada por éstas que la llamaban Macacha.

Entre la gente de su rango era amable y distinguida y su compañía, entretenida y agradable, era buscada por todos aquellos que la conocían. Más de un patriota perseguido halló seguro refugio en su casa y, con ello, la salvación de su vida, pues allí se le proveía de los elementos indispensables para asegurar el viaje hasta las filas liberales.

Pero su profundo amor a la Patria y su apoyo a los que luchaban por su causa no se concretaba sólo a eso; intervenía personalmente en los actos públicos y montaba a caballo como el mejor de los gauchos. Arengaba a los guerrilleros que servían a las órdenes de su hermano o de cualquiera de sus valientes capitanes.

A menudo acompañaba a los montoneros en sus incursiones contra las tropas realistas, y cuentan que en una de esas salidas que los vio retroceder an-te el empuje de los veteranos soldados del rey, se paró sobre los estribos y los increpó:

-¡Cobardes! ¡Yo les voy a enseñar cómo pelean las mujeres de mi tierra!. Y la Macacha, enristrando la lanza se lanzó contra el enemigo, dando vibrantes gritos de batalla. Los gauchos, ante el ejemplo de tamaña heroína, la siguieron como un alud y lucharon a su lado hasta que no quedó ni en las cumbres ni en las quebradas un solo realista en condiciones de combatir.

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