1900
SE INAUGURÓ LA PRIMERA SALA CINEMATOGRÁFICA. Se llamaba “Salón Nacional” y estaba ubicado en Maipú 471-479 de la ciudad de Buenos Aires y tenía una capacidad para doscientos cincuenta espectadores. Hasta ese momento, las pocas proyecciones que se realizaban, utilizaban las salas de teatro, los circos, cafés o restaurantes. A partir de 1908 es el empresario MAX GLÜCKSMAN, quien luego de comprarle la empresa a LASAGUE, le da un gran impulso a este comercio abriendo más salas para la exhibición cinematográfica, no sólo en Buenos Aires sino en el interior del país y hasta en Montevideo.