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EL BANCO BUENOS AYRES (20/06//1822)
EL BANCO BUENOS AYRES (O DE DESCUENTOS), .fue el primer Banco que funcionó en el país y el más antiguo de Hispanoamérica.
Con el paso del tiempo se transformó en el actual “Banco de la Provincia de Buenos Aires”, uno de los más importantes de la República Argentina y de Sudamérica.
Era una entidad crediticia que funcionaba como una sociedad anónima privada (aunque controlada por el Gobierno), cuyo capital inicial fue de un millón de pesos fuertes (distribuídos en mil acciones de mil pesos cada una), cuyo principal objetivo era suplir la escasez de moneda circulante, aumentar el comercio y aportar recursos al tesoro.
Tratando de concretar un proyecto de BERNARDINO RIVADAVIA, el 15 de enero de 1822, un grupo de vecinos, entre los que se contaban comerciantes y hacendados, se reunió para acordar la fundación del primer Banco argentino y a partir de allí se potenciaron las acciones que culminaron el 20 de junio de 1822, con la creación del Banco de Buenos Ayres (sic), también conocido como “Banco de Descuentos”, entidad que emitió el primer billete nacional que circuló en el país.
Desde los primeros días de la Revolución de Mayo, se pensó en la necesidad de crear una institución bancaria, pero el proyecto no se pudo concretar por falta de capitales.
En 1818 el Congreso sancionó una Ley por la que se creó la Caja Nacional de Fondos de Sud América, que debió cumplir las funciones de un banco: ser caja de depósitos, encargada del crédito público y guardadora de fondos. Pero en 1820 la grave crisis política y económica que afectó al país provocó el cierre de esa institución.
La idea volvió a reflotarse y el 15 de enero de 1822, a solicitud de un grupo de vecinos, el ministro de Hacienda MANUEL JOSÉ GARCÍA, logró que se dictara una Ley creando el “Banco de Descuentos”.
La entidad funcionaría bajo la administración de un Directorio o “Junta General de Accionistas, que en la sesión realizada el 18 de marzo de ese año, quedó constituído por JUAN PEDRO AGUIRRE, en el cargo de Presidente, secundado por JUAN ANCHORENA, DIEGO BRITTAIN, FÉLIX CASTRO, GUILLER-MO CARWRIGHT, SEBASTIÁN LEZICA, ROBERTO MONTGOMERY y MIGUEL RIGLOS como Directores”.
Aunque el Banco estaba organizado como una institución particular, tenía ciertos privilegios, entre ellos el de poder emitir billetes como correspondía a un Banco del Estado. Estaba autorizada a emitir monedas de 1, 2, 5, 17 pesos plata (equivalentes a una onza oro) y 20 pesos.
Un peso plata se canjeaba por un peso papel. Además estaba autorizado a recibir depósitos (incluso a interés) y atendía cobranzas de particulares. Su principal objetivo era suplir la escasez de moneda circulante, aumentar el comercio y aportar recursos al tesoro.
En abril de 1822 el Gobierno encargó a Londres la impresión de billetes y la acuñación de monedas de cobre y las operaciones de la entidad comenzaron el 20 de junio de 1822 en una de las casas ubicadas en la Manzana de las Luces. La emisión de papel moneda, produjo inmediatos beneficios, pues facilitó el comercio y agilizó las transacciones.
Sin embargo, esta prosperidad fue ilusoria porque se abusó del recurso y al imprimirse mayor cantidad de dinero, que el fondo metálico respaldaba, se originó un marcado desequilibrio económico.
El “Banco de Buenos Ayres” rápidamente quedó en manos de comerciantes británicos y capitalistas locales asociados a éstos y aunque una parte importante de las acciones (alrededor del 60%), quedó en manos del Estado provincial, su influencia resultó nula, ya que éste tenía expresamente prohibido participar en su Directorio. El Banco privilegió el otorgamiento de créditos a corto plazo, pensados para el comercio, no para fomentar ninguna actividad productiva y ese fue su fin.
Finalmente, el Banco de Descuentos cesó en sus actividades en 1826, cuando fue absorbido por el Banco Nacional de las Provincias Unidas del Río de la Plata, que conservó el monopolio de la emisión de billetes y su capital se fijó en la suma de 10 millones de pesos, de los cuales 3 millones debían provenir del empréstito en libras esterlinas que la provincia de Buenos Aires obtuvo de la firma Baring Brothers y Cía., de Londres., operación que estuvo rodeada de una turbia negociación y las remesas de dinero llegaron reducidas y atrasadas y recién en 1904, el gobierno argentino pudo cancelarlo pagando una cantidad ocho veces mayor que el importe recibido