11/12/1783

El virrey del Río de la Plata, JUAN JOSÉ DE VÉRTIZ Y SALCEDO, por resolución del 1º de agosto del rey de España, ordenó en la fecha a FÉLIX DE IRIARTE, entonces Gobernador de San Julián, que abandonase esa bahía, debiendo dejar un madero con la inscripción siguiente: “Esta Bahía de San Julián, sus terrenos y costas, el Puerto Deseado, Santa Elena, San Gregorio, San Jorge y Santa Cruz, con todas sus dependencias en esta costa Patagónica, pertenecen al dominio del Rey de España, de que ha tenido y tiene la posesión y como tal, de su Real Orden, se visitan anualmente para que otra ninguna nación los pueda ocupar.

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