EL CANDOMBE (1760)

El Candombe era una danza que los afrodescendientes provenientes de más de veinte pueblos africanos traídos como esclavos bailaban en Buenos Aires y en la Banda Oriental y no solo el día de “Reyes”, como se ha dicho, sino que tambíén lo hacían en la celebración de otras festividades religiosas importantes y en muchos domingos del año.

Fue una fiesta que perduró como costumbre, muchas veces prohibida, hasta fines del siglo XIX, cuando los negros, prácticamente desaparecieron de Buenos Aires, como grupo étnico y cultural, aunque siguió vigente en la Banda Oriental.

Con sus movimientos profundamente placenteros y sanadores de la danza, ejecutada colectivamente, en unión física y espiritual con amigos y paisanos compatriotas, el candombe, oficiaba como una válvula de escape que con su música y sus figuras, les servía para olvidar la tragedia que enfrentaban. Era una forma de sentirse vivos, a través de un colorido e intenso baile, que llamaba a la rebeldía contra la opresión, el dolor y los movimientos inhumanos producidos por el yugo de la jornada.

“El mismo cuerpo que se doblaba bajo el peso de latigazos, barriles de ron o de agua, o años de lavar ropa; el mismo cuerpo que trabajaba involuntariamente, sin paga y forzado, danzando, mostraba otro significado de sí”.

En el “candombe”, ancianos y líderes espirituales, músicos prodigiosos y danzantes, todos, asumían las posiciones de autoridad y prestigio que les eran negadas en la vida cotidiana; en él las naciones marchaban ante la mirada pública, afirmando su presencia colectiva y su africanidad sin que la sociedad montevideana pudiera negarlos.

Presenciados por gran cantidad de público, perteneciente a todas las clases sociales de esas ciudades, curiosos unos y críticos la mayoría, los candombes estaban fuertemente arraigados en las prácticas religiosas africanas, eran eventos poderosamente espirituales y constituían una respuesta directa (y también señal de repudio) a los sufrimientos de la esclavitud.

Según lo comentaba “El Ferrocarril”, un periódico uruguayo de la época: “Era cosa de verse,” se rememoraba, trayendo a colación los primeros años del siglo. “No quedaba tendero viejo, ni jefe de familia, ni matrona, ni muchacha que no concurriese a él, a la par de los fidalgos, haciendo rumbo al popular candombe” (Extraído de Recordando a África, inventando Uruguay).

JUAN MANUEL DE ROSAS y su hija MANUELITA, fueron quizás, en tiempos del apogeo del candombe en Buenos Aires, quienes más se sintieron identificados con esta danza y sus cultores, y a menudo asistían a los «candombes» que se llevaban a cabo en el «barrio Mondongo», donde los negros los recibían con honores y afecto.

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El apogeo de la trata de negros, llegó algo tardíamente al Río de la Plata. Hacia mediados del siglo XVIII esta innoble actividad seguía depositando su doliente carga en los puertos de Buenos Aires y de Montevideo y data de ese entonces, una amplia información acerca de las costumbres de la población afrodescendiente que habitaba estos territorios.

De esa época, sabemos por ejemplo que la procesión de Corpus realizada en Montevideo en 1760 contó con la intervención de comparsas de esclavos africanos autorizados por el Cabildo de Buenos Aires, que más tarde, no siempre mostró igual condescendencia:

Recordemos que en 1807 prohibió los bailes que se llamaban «tambos» o «tangos» por razones de moralidad pública, criterio que parece era compartido por toda la sociedad. Algunos viajeros, en sus relatos,  destacaban el aspecto lascivo de ciertas figuras de estas danzas, que bailaban los grupos formados conforme a las «naciones» africanas de origen.

“Se emulan unos a otros en la indecencia», decían. Y sin duda, deberían ser reuniones muy bullangueras que llegaban al frenesí, revelando el sustrato religioso y ritual de esas danzas negras, que solían culminar en escenas de trance.

Sabemos también que durante el segundo sitio de Montevideo (20 de octubre de 1812), dispuesto por el Segundo Triunvirato, los negros esclavos, se reunían en determinados recintos donde así los vio el poeta oriental FRANCISCO ACUÑA DE FIGUEROA: «En tanto se miraba la casa de los negros, que brillaba con hogueras y luces, y se oía  el rumor de sus bailes y de sus gritos de  alegría, demostración notoria de la nueva feliz de una victoria”.

Acudían a estos bailes, como a la más auténtica expresión de sus sentimientos, como lo demuestra que más tarde,  celebraron públicamente, batiendo sus tambores y contorsionando sus cuerpos,  el bando patriota que declaraba la abolición de la esclavitud y las fiestas mayas de 1816.

Al mismo Acuña de Figueroa se le atribuye un «canto patriótico de los negros, celebrando a la ley de libertad de vientres y a la Constitución»,  en cuyo primer verso se usa por primera vez, según LAURO AYESTARÁN,  la palabra “candombe”: «Compañelo di candombe/ pita pango e bebe chicha/..  tulo canta, tulo grita. ..»

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Las descripciones más completas, como la de ISIDORO DE MARÍA, o testimonios calificados como el de MARCELINO BOTTARO, escritor uruguayo de raza negra, o apuntes gráficos tomados del natural, como los muy apreciados de PEDRO FIGARI, que son de época más reciente, pero que recogen una rica información del auge del candombe, entre el primero y el último cuarto del siglo XIX, período al que le sigue un periodo de falseamiento de sus auténticos valores y características, típicos de las comparsas carnavalescas que sobreviven hasta nuestros días.

Los personajes
El excelente estudio de LAURO AYESTARÁN es la mejor guía para sintetizar las principales características del candombe.”Se organizaba preferentemente en torno del día de Reyes.

Quienes se consideraban descendientes de los grupos tribales africanos, adornaban sus respectivas casas  y allí se reunían bajo la autoridad, tan pomposa como efímera, del Rey” y la “Reina”, a quienes acompañaba el Príncipe”.

Los personajes animadores de la fiesta eran: el “Escobillero, especie de bastonero, cuya insignia era una escobilla que manejaba con destreza de prestidigitador y el Gramillero”, un personaje que usa yuyos medicinales para supuestas curas, que transporta en un valijín y que junto con el sombrero de copa, la levita negra y el bastón que lleva, exaltan  su dignidad de curandero.

El resabio de arcaicas motivaciones religiosas, se asocia, por sincretismo, con la devoción a San Benito de Palermo, cuya infaltable imagen negra, domina el conjunto (ver «Recordando África, al inventar Uruguay»).

El baile conocido como “candombe”, se inicia con la entrada de este cortejo a la pista. Luego hombres y  mujeres, en filas enfrentadas, ceden al rítmico hechizo de los tambores, baten palmas, avanzan y simulan besarse y chocan los  vientres. Y esta «ombligada»  es la que ha cimentado su fama de baile escandaloso.

El Escobillero y el Gramillero entran al ruedo y todos los bailarines forman la «rueda»,  como anuncio de que llega el entrevero» final, un frenético espectáculo, proclive al desenfreno total.

El marco musical, capaz de hacer estallar el entusiasmo atávico de los negros y desatar sus aptitudes rítmicas, eran el tambor, el tamboril y el “grande”, llamado “macú”, percutido  con prodigiosa destreza  por los ejecutantes. Otros instrumentos, como las “mazacallas” (una especie de maracas) o las marimbas, actuaban como complemento.

El candombe degeneró hacia fines de siglo. Se diluyó el sentido religioso que  daba fuerza a la danza ancestral. Perdió vigencia la función social que tenía: unir a los esclavos en su lucha por la liberación o en sus afanes para amalgamar los grupos de ascendencia africana.

En Buenos Aires, por ejemplo,. donde tuvo características propias, se tiñó en ciertas épocas,  de matices políticos y por fin, las comparsas car­navalescas modernas, apenas permiten captar, en su decaído dinamismo, la tensión artística, el fervor ritual y el vigoroso mensaje de antepasados africanos, que daban vida y espíritu al memorable “Candombe de la Patria Vieja” https://elarcondelahistoria.com/?p=39440(ver Presencia de los afrodescendientes en la historia y el folclore Rioplatense).

Fuentes: “Crónica Argentina”, Ed. Codex, Buenos Aires, 1979; “Recordando África, al inventar Uruguay”. George Reid Andrews, Ed. Facultad de Ciencias Sociales, Universidad de Los Andes; Santiago de Chile, 2007; “Recuerdos y crónicas de antaño”. Rómulo F. Rossi, Ed. Peña Hnos., Montevideo, 1922; Buenos Aires, negros y tango”. Oscar Natale, Ed. Peña Lillo, Buenos Aires, 1984; “Calunga: Croquis del candombe”. Néstor Ortiz Oderigo, Ed. EUDEBA, Buenos Aires, 1969; “Los afroargentinos y el origen del tango”. Ricardo Rodríguez Molas, Buenos Aires, 2000; “Cosas de negros”. Vicente Rossi, Ed Hachette, Buenos Aires, 1958];

24 Comentarios

  1. Daniel Otero

    Quisiera recibir material acerca del candombe argentino. En muchos sitios de iternet sòlo està el uruguayo. Es una pena que no reciba la difusiòn que merece y necesita. Soy docente de mùsica y enseño candombe argentino siempre, no sòlo en fechas patrias. Pero muchos alumnos lo desconocen. Algunos, ni saben que Argentina fue esclavista.

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    1. Horacio (Publicaciones Autor)

      Señor Daniel Otero: Disculpe la demora. Problemas de salud me impidieron responderle antes. He tratado de encontrar ,material referido al candombe en la República Argentina y como ha sido mucho lo que encontré, me permito orientarlo hacia diversas páginas web que tratan satisfactoriamente el tema y por sobre todo a la Revista Todo es Historia, que lo ha tratado en varias oportunidades (en su edición de abril del 1000 especialmente). Espero que encuentre allí lo que busca.

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      1. Alejandro Lloveras

        El etnomusicólgo Nestor Ortiz Oderiego tiene muchos trabajos de investigación realizados sobre la música afroargentina y el candombe afroporteño. Tarde pero seguro, espero que les sirva la información. Saludos!

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        1. Alejandro Lloveras

          Me faltó mencionar a Norberto Pablo Cirio, quien revisó y editó las investigaciones de Oderiego continua investigando y profundizando sobre dichos temas.

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          1. Anónimo

            Voy a trabajar con mis alumnos del jardín la esclavitud y estuve leyendo el trabajo de Cirio, muy interesante…

      2. Anónimo

        hahahsajhdswkahdjkf d fs fsd fbslajhsd
        sadasdsadsafdgy8ash kgjfgh sff df
        f gdgf g gf gg tulo canta khe khe xdsjfjdka 😀 ijorhjewhfklse

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      3. MARCELA DEL ROSARIO CATANIA

        Hola Horacio estoy trabajando en una tesina y quiero citarte. Me dirías tu nombre completo y en que año publicaste este artículo?

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        1. Horacio (Publicaciones Autor)

          Marcela: Con que cites el nombre de la página será suficiente. Los autores de esa nota son otros. Yo simplemente he recopilado información dispersa y la armé. Mi nombre no es trascendente. Suerte con tu trabajo.

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        2. Mónica López

          Hola Marcela. Terminaste la tesina? Está publicada en algún sitio?

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  2. Daniel

    GRACIAS HORACIO !!!! Soy docente y estoy enseñando este tipo de música a mis alumnos.

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    1. Anónimo

      ok

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    2. Anónimo

      bruh

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  3. maria

    me gustaria que tenga las correografia pero me gusta lo que te enseña

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  4. marianela

    muchisimas gracias horacio por la informacion con esta informacios pude hacer mi tarea de ciencias sociales

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  5. Anónimo

    Gracias Horacio pude hacer mi
    Tarea de danza❤❤❤🥰

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    1. Anónimo

      Anonimo sas

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  6. xd

    bruh

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  7. Anónimo

    a

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  8. Anónimo

    Quiero saber nombre los primeros ejecutantes del Candombe quienes fueron nombres

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  9. Anónimo

    para mi el candombe genera alegria

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  10. florencia rojas

    para mi el candombe genera alegria

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  11. Kissie Olivera

    Prácticamente desaparecieron? Qué pasó se evaporaron? Esa información carece de veracidad. Tampoco murieron todos por la fiebre amarilla,ni tampoco en las guerras de independencia. Verifiquen la información que comparten, revean el modo de transmitir ficha información para evitar seguir incurriendo en la mentira y la invisibilización de los Afroargentinxs. Gracias

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    1. Horacio (Publicaciones Autor)

      Señora Olvera: No entendemos su enojo. Hemos releído una y otra vez nuestro texto y no encontramos nada que justifique sus acusaciones. No ha sido nuestra intención (como Usted dice), invisibilizar a los afrodescendientes. Simplemente quisimos, y así creemos haberlo hecho, referirnos al «candombe», como auténtica expresión de la cultura afroamericana, sin mencionar para nada hechos, circunstancias o actitudes que menoscaben los valores de sus cultores, a quienes, por otra arte, en todos los textos que incorporamos a nuestra página, hemos tratado con el respeto que se merecen, censurando en muchos casos, el destrato y las injusticias que históricamente se les ha infligido.

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  12. Rubén Darío Höck

    Hola, encontré un libro del año 1966.

    Título:
    El Candombe,Danza ritual pantomímica de folklore Afro-Rioplatense

    Autor:
    Ruben Carambula

    Editado por:
    RICORDI

    En sus 52 paginas, contiene música con explicaciones sobre la coreografía (Tipo lámina, tamaño A4, en las paginas 36 y 37, del mismo), personajes, vestimentas e instrumentos musicales típicos. Notas históricas sobre su origen.

    En mi caso el libro lo he comprado por Mercado Libre, pero en puestos de libro y revistas antiguos, es factible encontrarlo.

    Espero la información, sea de utilidad.
    Saludos
    Rubén Dario Höck

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