LOS CABILDOS REVOLUCIONARIOS (08/07/1579)

En los comienzos de nuestra Historia, en caso de asuntos de interés general o problemas de gravedad, los vecinos de una ciudad se reunían en “Cabildo abierto”, cuyas resoluciones tenían carácter obligatorio.

Según la costumbre, pues no existía una legislación orgánica al respecto, era convocado por el mandatario político y entonces, los mismos cabildantes redactaban las listas de invitados.

En lo que hoy es el territorio argentino, la primera constancia documental al respecto, es del 8 de julio de 1579, fecha en que los vecinos de Santiago del Estero se reunieron en Cabildo abierto con motivo de una epidemia que azotaba a la ciudad.

Después de la primera invasión inglesa, el 14 de agosto de 1806 se reunió en Buenos Aires el primer “Cabildo abierto de carácter revolucionario”, así llamado para diferenciarlo de los cabildos tradicionales, que no alteraban la organización política establecida.

La citada asamblea —integrada por 95 invitados— entregó el mando militar del Río de la Plata a Santiago de Liniers, y el político, a la Audiencia.

Como era necesario obtener la autorización del virrey ausente para que Liniers ocupara el cargo de comandante general de armas,  una comisión de tres miembros salió al encuentro de Sobremonte para informarle de lo resuelto y exigirle su cumplimiento.

El 28 de agosto y encontrándose en San Nicolás, el virrey —aunque contrariado— accedió a lo resuelto. Si bien el Cabildo abierto del 14 de agosto mantuvo el respeto por la alta investidura de Sobremonte, es evidente que resolvió suspenderlo en el gobierno de la ciudad en una actitud de carácter revolucionario.

El 6 de febrero de 1807, gran número de pobladores se pre­sentaron ante las puertas del Cabildo, exigiendo la destitución del virrey. La insistencia de estos vecinos, reunidos en Cabildo abierto, motivó que el 10 de febrero una Junta de Guerra convocada por Liniers, procediera a la destitución y arresto de Sobremonte.

El 1º de enero de 1809 se reunió un Cabildo abierto para pedir la renuncia de Liniers —quien ocupaba el cargo de virrey— pero los jefes leales, a las órdenes de Cornelio Saavedra, lograron desbaratar el intento. Los aspectos más destacados de estos cabildos abiertos revolucionarios (antecedentes del convocado el 22 de mayo de 1810, fueron los siguientes:

a). Se reunieron en momentos de gran excitación popular sin la correspondiente autorización de las autoridades legales.
b). Favorecidos por su número, los vecinos así reunidos, impusieron sus decisiones, considerando que esa era la voluntad de la mayoría. Los Cabildos abiertos revolucionarios demostraron la decadencia del régimen político hispánico y su debilidad para contener los temerarios embates de la masa popular.

1 Comentario

  1. Daniel Jesús Giordano

    Grandes datos históricos

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