QUEREMOS CARNE Y BARATA!! (1823)

Crece el clamor de las amas de casa en estos días. Una ordenanza prohíbe vender caro la carne, este esencial producto para la alimentación del pueblo.

Pero los edictos nada pueden contra la sequía. La de este año es violenta y los estancieros no envían animales al matadero.

La poca carne que se vende, origina peleas en el mercado entre los sirvientes de las familias y para colmo, el pan es un artículo de lujo.

En los barrios, el problema se trata de sobrellevar con galleta y mate, dieta escasa pero que permite sobrevivir.

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