El arcón de la historia Argentina > Crónicas > PROTECCIÓN IMPOSITIVA PARA LOS VINOS Y AGUARDIENTES NACIONALES (19/05/1817)
PROTECCIÓN IMPOSITIVA PARA LOS VINOS Y AGUARDIENTES NACIONALES (19/05/1817)
Se elevó al Congreso de las Provincias Unidas del Río de la Plata un petitorio para que se prohibiera la importación de vinos y aguardientes extranjeros o se lo recargara con mayores impuestos. Ya entonces, cuando la Nación estaba en pañales, surgía el dilema: proteccionismo o libre competencia. El pedido nacía en circunstancias muy especiales.
Durante tres años las provincias cuyanas habían realizado enormes sacrificios para la formación y sostenimiento del Ejército Libertador que habría de cruzar la cordillera para independizar a Chile y al Perú.
Como Buenos Aires no podía proveer el dinero necesario, SAN MARTÍN se había visto obligado a tomar medidas extraordinarias para equipar a sus fuerzas. Implantó nuevos impuestos, redujo los sueldos de los empleados y apeló a contribuir voluntarias. Para colmo, el comercio con Chile, uno de los principales ingresos de la región, estaba interrumpido por la guerra. Por lo tanto la solicitud se hacía para aliviar la economía del pueblo cuyano y compensarla de alguna manera por su crítica situación.
Los congresistas discutieron la cuestión y elevaron el petitorio al Director Supremo, JUAN MARTÍN DE PUEYRREDÓN. Las discusiones continuaron en julio de 1818.
De inmediato se enfrentaron dos posiciones. El Diputado GODOY apoyó el pedido afirmando que «la protección a la producción era un medio universalmente adoptado por todas las naciones para fomentar la industria nacional y que además daría oportunidad a los vinos del país para refinar su calidad y alcanzar el nivel de los extranjeros».
Pero el diputado MALABIA declaró que ya existía una forma de protección por los impuestos que pagaban los vinos que llegaban del exterior, y que solamente la competencia podía ser factor de progreso.
Finalmente la tesis antiproteccionista triunfó y el Congreso terminó negando el apoyo a la industria cuyana. En diciembre de 1818, más de 20 apoderados v consignatarios de los pueblos de Sari Juan y Mendoza, radicados en Buenos Aires, con el apoyo del diputado TOMÁS GODOY CRUZ, gestionaron ante el gobierno la adopción de medidas proteccionistas.
Confirmaron lo expuesto en mayo del año anterior, asegurando que como lo habían advertido, los alcoholes extranjeros están desalojando del mercado local a los vinos cuyanos y protestan contra el comercio libre y las teorías liberales que pueden ser aplicables en países desarrollados pero inconvenientes para los que se hallan en vías de lograrlo.
Culpan a los extranjeros de llenarnos la cabeza con teorías exóticas e invocan el ejemplo de las damas norteamericanas que sólo utilizan telas de su país y des precian a aquellas que visten géneros importados.
Los apoderados solicitaron la prohibición total de introducir artículos que el país produce. Este pedido que ya no había sido escuchado por las autoridades ante una presentación anterior, es nuevamente llevado por el diputado TOMÁS GODOY CRUZ ante el Director Supremo PUEYRREDÓN, quien decide consultar al Consulado y a la Comisión de Arbitrios, la conveniencia de aplicar la medida solicitada.
Ambos organismos respondieron negativamente y la Comisión de Arbitrios, tuvo la escasa gentileza de mencionar la «baja calidad de los vinos cuyanos y hacer votos por el futuro mejoramiento del producto». Incluso sugirió la conveniencia de llamar a enólogos europeos para perfeccionar la industria. Ni siquiera el Congreso apoyó a los proteccionistas a pesar de la hábil defensa del diputado Godoy Cruz a favor de las prohibiciones (ver La vitivinicultura en la Argentina. Sus orígenes).