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PORTEÑO
El término PORTEÑO es usado peyorativamente para denostar al oriundo de Buenos Aires («habitante del puerto»). Tradicionalmente ha habido un resentimiento entre los porteños y los provincianos que emanaba del antiguo rechazo a la supremacía política y económica de Buenos Aires.
Las diferencias culturales se manifiestan, a este respecto, también, por expresiones tales como «cabecitas negras» (q.v.) utilizadas a su vez por los porteños, en desmedro de quienes provenían de las provincias y con las que se quería significar que estos últimos tenían la piel más oscura que los habitantes de Buenos Aires, ya que éstos se consideraban más blancos (es decir civilizados), porque tenían mayor porcentaje de sangre europea.
Argumento que los provincianos, por su parte, aprovechaban para considerar a los porteños, más orientados hacia la forma europea de vida, que hacia hábitos verdaderamente argentinos.
Más recientemente, con todas las regiones del país sólidamente unificadas en virtud de los transportes y comunicaciones modernas, a la vez que con la migración interior de la población, estas diferencias están disminuyendo. Hasta el mismo lunfardo local porteño, se imita o utiliza en todo el ámbito del país.