NAVÍOS DE REGISTRO (1720)
Los navíos de registro, eran los que tenían autorización de la Casa de Contratación de Sevilla, para llevar y comercializar mercaderías en los puertos de las colonias españolas en América. En 1720, el rey Felipe V firmó un «Proyecto de flotas y galeones» para reglamentar la actividad de las naves que destinadas al Perú, abastecían al Río de la Plata y Nueva España. Incluidas en este proyecto, estaban estos navíos, que podían ir a cualquier puerto de América, pero tenían que partir y regresar al puerto de Cádiz. La caída de Portobelo en 1739 en manos de los británicos, prácticamente puso término al sistema de flotas y galeones y generalizó el de navíos de registro. Después de 1766, amparadas por esta práctica, las autoridades coloniales permitieron la exportación de cueros en navíos de registro lo que trajo grandes beneficios a la economía del área del Río de la Plata