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ACHEGA, Victorio Domingo
(1771-1859). Sacerdote, político y un notable educacionista. Nació en Buenos Aires en 1771. Canónigo porteño de la Catedral de Buenos Aires, elegido por PUEYRREDÓN para ser el primer Rector del Colegio de la Unión del Sud, inaugurado el 16 de julio de 1818 en el templo de San Ignacio. Tuvo activa participación en la vida política argentina desde la formación del gobierno patrio en 1810 hasta 1828; profundamente interesado por el desarrollo de la educación y de la cultura del país. Formó parte de la Asamblea Provincial de 1812, y al año siguiente, al conmemorarse la Revolución de Mayo, pronunció en la Catedral una oración religiosa, notable por el elevado patriotismo de sus conceptos. En 1816 fue nombrado cabildante, y en unión de los señores GREGORIO FUNES, MANUEL A. CASTRO, TOMÁS VALLE y LUIS CHORROARÍN, fue miembro de la Comisión encargada de proyectar la reforma del Estatuto Provisional. En 1817 se incorporó al Congreso Nacional en substitución de JOSÉ DARRAGUEIRA, fallecido en el desempeño de sus funciones, siendo elegido, a poco de incorporarse, vicepresidente de tan alto cuerpo. En 1818, el Director Supremo PUEYRREDÓN, reorganizaba, bajo el nombre de Colegio de la Unión del Sud, el que antes se denominó de San Carlos, eligiendo rector al doctor Achega quien, además de haberse educado en él y de haber tenido a su cargo, por largo tiempo, en el mismo, la cátedra de Filosofía, hizo, en diversas ocasiones, donativos pecuniarios de importancia para sostenerlo. En 1823, se opuso con empeño a las reformas eclesiásticas que propuso RIVADAVIA. En 1827 formó parte de la Legislatura de Buenos Aires, y se lo designó, junto al doctor VICENTE ANASTASIO ECHEVARRÍA, representante de Buenos Aires a la Convención Nacional que debía reunirse en Santa Fe. Cuando se produjo la revolución encabezada por LAVALLE, contra el gobernador DORREGO, se dejó sin efecto el nombramiento de los señores Achega y Echevarría. Luego vino el gobierno de JUAN MANUEL DE ROSAS y la figura de Achega desapareció de la vida pública. No quiso volver a ocupar el púlpito y decía misa al rayar el alba. De 1840 a 1842, cuando eran mayores los desbordes de la Mazorca, salvó, con peligro de su vida, la de muchos patriotas perseguidos por esta siniestra organización. Cuentan que durante aquella triste época, se le vio, muchas veces, en los aniversarios de Mayo, llorar, arrodillado ante la pirámide de la plaza de la Victoria, las desventuras de la patria. Caído Rosas en Caseros, reapareció el doctor Achega, pero sólo como sacerdote. El 1º de abril de 1859, a los 78 años de edad, murió en Buenos Aires, su ciudad natal, en la casa de la calle de la Piedad (hoy número 737), la misma donde más tarde murió el doctor ANDRÉS LAMAS.