Autor: Horacio 10/12/2015 0 Comentarios

El pueblo de Buenos Aires se inquieta ante los acontecimientos que se vivían en la ciudad, durante las históricas jornadas de Mayo de 1810.

Ante la gravedad de los acontecimientos que se esperaba se produjeran de un momento a otro, todo el pueblo de Buenos Aires, se mostraba agitado y pendiente de noticias.

Los paisanos, llenos de entusiasmo, iban y venían por las calles y los arrabales. El «Café de los Catalanes» y la «Fonda de las Naciones» eran un jubileo.

La gente se concentraba en los cuarteles y las calles se iban poblando de paisanos que llegaban para participar en los hechos que presumían trascendentales para el futuro de su Patria y la plaza mayor estaba llena de curiosos.

Para esa noche, estaba anunciada la presentación de la tragedia «Roma Salvada» en el «Teatro de la Ranchería» y le sala estaba atestada de público. A la hora de comenzar le función salió a escena un actor desconocido y anunció que por enfermedad de otro actor apellidado MORANTE se había decidido cambiar el programa y que se iba a representar la obra «Misantropía».

De inmediato se levantó un tumulto entre los espectadores,. Un grupo de exaltados saltó el escenario y fue a buscar al actor MORANTE, que estaba en su «camerino» y no enfermo como habían anunciado. Lo tomaron por la fuerza y lo obligaron a subir al escenario

Finalmente se representó la obra prevista, logrando un éxito sin precedentes ya que se vino abajo el teatro de vivas y aplausos. El actor Morante, a cargo del papel de Cicerón, declamó con entusiasmo aquellos versos del cuarto acto, entre cuyas estrofas están aquellas que dicen: «Entre regir al mundo o ser esclavos / Elegid, vencedores de la tierra… / De tu sepulcro al pie, patria, ¡despierta!» (ver La histórica Semana de Mayo de 1810).