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EL MILAGRO DE LA CRUZ (09/04/1588)
En abril de 1588, tuvo lugar en la provincia argentina de Corrientes, el famoso «Milagro de la Cruz». Un racionalmente incomprensible suceso de singular resonancia en la vida colonial de estas provincias y que el naturalista y sabio español FÉLIX DE AZARA calificó como el triunfo de la Cruz.
Fue él quien, el 9 de julio de 1793, ofrendó al Cabildo de Asunción (Paraguay), como fruto de sus investigaciones, un notable trabajo que denominó «Geografía física y esférica de las Provincias del Paraguay y Misiones Guaraníes», y en la parte pertinente a la fundación de la ciudad de Vera en las Siete Corrientes, actual ciudad capital de la provincia de Corrientes, registra esta información:
«El miércoles de la misma semana de la fundación, el 6 de abril de 1588, salió de la población reciente un destacamento de treinta y seis españoles de infantería, y llegando a la barranca del río Paraná, como a media legua al S.O., fueron atacados por multitud de bárbaros, a las dos de la tarde, y para defenderse hicieron espaldas a un arroyo muy barrancoso que vertía en dicho Paraná, y cortando con los alfanjes algunos espinillos, formaron al frente una trinchera con la que se defendieron toda la tarde de aquel día y los dos siguientes, sin comer ni beber».
«El sábado, víspera de Ramos, al salir el sol, sucedió el triunfo de la Cruz, en la forma siguiente: Esta Cruz, que fue la primera que arbolaron por señal del nombre cristiano y para dirigir la población, se hallaba muy inmediata al pequeño fuerte, y se persuadieron los bárbaros que los españoles eran socorridos por algún brazo fuerte, máxime habiendo experimentado que sus flechas eran rechazaban por la cruz sobre ellos, intentaron pegarle fuego hasta tres veces cercándola de leña, y viendo que no sólo no se quemaba, sino que de ella salían rayos, al oir un estruendo como de un cañonazo huyeron todos, quedando algunos pidiendo la paz».
«Los caciques llamados MBIRITY, GUARÁ y MANDARIYÚ, fueron traídos a la población juntamente con sus gentes y después de algún tiempo fueron llevados a diez leguas de aquí Paraná arriba al pago llamado Yaguary, donde con otros que allí estaban se les formó su primera reducción, abrazando la fe cristiana» (ver Cuentos, leyendas y supersticiones argentinas).