Autor: Horacio 10/12/2015 4 Comentarios

El teniente JUAN PASCUAL PRINGLES atacado por fuerzas realistas muy superiores, protagoniza un acto de heroísmo que sorprende y causa la admiración de sus adversarios.

Durante la campaña libertadora del Perú, cumpliendo órdenes del general SAN MARTÍN, el general ALVARADO se dirigió con su tropa hacia Chancay y el 24 de noviembre de 1820 destaca al teniente JUAN PASCUAL PRINGLES, para que al mando de 15 granaderos, se dirija a la caleta de pescadores, con la orden de, «no combatir y replegarse»   ,ante la presencia de tropas enemigas.

Al día siguiente, esta patrulla alcanza el lugar indicado y sorpresivamente es atacada por la vanguardia del ejército realista, compuesta por un regimiento de caballería, reforzado con dos piezas de artillería. al mando del coronel GERÓNIMO VALDÉS.

En Teniente PRINGLES, en vez de retirarse como era la orden recibida, se lanzó al ataque de los españoles, sin pensar en las consecuencias de esta temeraria acción.

Como era de esperar, la tremenda superioridad numérica de su adversario,lo obligó a retirarse. Pero al hacerlo se ve detenido por otra fuerza enemiga que se lo impide.

Sin dejar de combatir y decidido a no rendirse, habiendo sido muertos tres de sus hombres y heridos otros once (entre los que él mismo se contaba), seguido por los sobrevivientes, Pringles,  se dirige hacia la costa de las playas de Chancay, bañadas por el Pacífico y se internan en el mar con sus cabalgaduras (imagen).

El coronel VALDÉS, impresionado por este acto de heroísmo, acudió de inmediato al lugar y ordenó el salvataje de esos hombres que habían decidido su muerte antes que la rendición. Rescatados PRINGLES y sus hombres, cuando ya las aguas comenzaban a cerrarse sobre sus cabezas, se le ofreció una capitulación honrosa, se les dio garantía de vida y fueron dejados en libertad.

Más tarde el general SAN MARTÍN honró esta acción, otorgándole a Pringles y a sus hombres, un escudo con la leyenda «Gloria a los vencidos de Chancay».

Los españoles, para expresar su respeto hacia ellos, hicieron acuñar medallas, una para cada uno, con la leyenda: «La Patria a los vencidos, Los vencedores de Pescadores» (ver ampliado en «Combate de Los Pescadores y un acto heroico del Teniente Pringles» en Crónicas).

EL SIGUIENTE TEXTO NOS HA SIDO ENVIADO POR EL USUARIO «MAURO» A QUIEN LE AGRADECEMOS SU COLABORACIÓN.

En su obra “Facundo”, D.F. Sarmiento, al describir uno de los enfrentamientos de Quiroga (Facundo) ante el Manco Gral. Paz, expone: “Quiroga ocupó la villa de Río Cuarto después de una violenta batalla, y poco después derrotó sobre el río Quinto al CORONEL JUAN PASCUAL PRINGLES, que fue muerto por un oficial quien le intimó rendición y Pringles contestó que solo se rendiría ante Quiroga. Moribundo, fue llevado ante Quiroga pero murió en el camino. Ya ante el Tigre de los Llanos, este lo cubrió con su propio poncho.

El coronel Pringles, héroe de la campaña de San Martín al Perú, era muy respetado por Quiroga, que gritó al oficial que lo había matado:”¡Por no manchar con tu sangre el cadáver del valiente Coronel Pringles, no te hago pegar cuatro tiros ya mismo! ¡Cuidado, otra vez, miserable, que un vencido invoque mi nombre!”.

En el párrafo siguiente, Sarmiento expone: “ahí estaba el inmortal Pringles a quien alguna vez en pleno cruce de los andes, San Martín le encomendó en Chancay un correo tan trascendente como confidencial y en la misiva fue sorprendido por una facción realista. Superado por el enemigo, se arrojó al mar para morir antes que ventilar los secretos del correo -fundamentales para el futuro de la campaña libertadora.

El general realista, Jerónimo Valdés, ante tal gesto de valentía le prometió respetar su vida y permitiole quemar el correo, por lo cual nuestro querido Juan Pascual permaneció con vida! Quien se reincorporó a su regimiento con un escudo que decía GLORIA A LOS VENCIDOS EN CHANCAY, leyenda previamente refrendada por el mismísimo General San Martín (ver Batallas y combates. Guerra de la Independencia argentina).