FANDANGO
FANDANGO. Se llamaba así la antigua y tradicional danza (originariamente acompañada por canto), fiesta y diversión, inmensamente popular durante el período colonial, especialmente entre las clases más bajas. En 1748 Antonio de Ulloa describió al fandango como una reunión que consistía principalmente en una fiesta en la que abundante y desordenadamente se bebía vino y coñac y se realizaban indecentes y escandalosas danzas, en forma regular. La Iglesia se opuso al fandango objetando que se trataba de algo inmoral y durante los años inmediatamente anteriores al establecimiento del virreinato (1776), el gobernador Juan José de Vértiz y el reformador obispo Manuel Antonio de La Torre, protagonizaron una seria controversia en torno a la autorización oficial que el gobernador Vétiz, había concedido para la realización de esta danza en Buenos Aires. La creciente violencia de los fandangos dio lugar a tantos daños y muertes que Vértiz finalmente los prohibió. Debido a la naturaleza de la danza, la palabra fandango ha llegado a aplicarse también a una situación o acontecimiento caracterizado por la gran confusión o desorden.