11/08/1770

El comandante JUAN IGNACIO DE MADARIAGA regresó a Cádiz para informar a la corte española sobre los sucesos de “Puerto Egmont” y el exitoso desalojo de la guarnición británica, pero esta noticia, lejos de alegrar a las autoridades españolas, les causó una gran preocupación. Comprendieron que se encontraban en una disyuntiva: si avalaban la acción de BUCARELLI y de MADARIAGA, la guerra sería inevitable en cuanto los británicos tuvieran conocimiento del incidente. Si, por el contrario, desautorizaban la expedición, sus derechos sobre las islas se verían perjudicados.

 

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