05/11/1884

NO TODO ERA COMBATIR. El teniente Primero EULOGIO RAMALLO, al frente de una partida de 40 hombres del Regimiento 12 de Caballería, partió desde el paraje conocido como “China fugada” hacia “la Cangayé” con la misión de abrir picadas y construír “pozos de balde”. A su regreso, sesenta días después, había dejado abiertas 13 picadas de 109 cuadras, con 32 pozos, dejando libre un camino, para el paso de las carretas.

 

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