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NUESTRA PRENSA SATÍRICA (1822/1833)
En los días más agitados de nuestra historia, cuando el pueblo era a manera de un joven libre y atolondrado, sin poder fijar rumbos definitivos todavía para organizar su existencia futura, aparecieron en Buenos Aires muchos periódicos, casi todos de vida efímera, pero nutridos de comentarios políticos, de informes científicos, literarios, históricos y de poesía.
La sátira era el arma más poderosa, de la que hacían uso los escritores para combatir a sus enemigos y no sólo de los gobiernos y eso se notaba desde el título mismo que tenían hasta la frase final de la última página. Algunas de estas publicaciones que aparecieron entre los años 1822 y 1833 fueron:
“La Verdad Desnuda”. Su redactor fue el PADRE CASTAÑEDA. Apareció el 24 de setiembre de 1822 y se editaron en total cinco números. El último se publicó el 26 de octubre y a causa de su contenido, fue condenado por un jurado de imprenta y el redactor expulsado del país. Recordemos también que el padre CASTAÑEDA fue el editor de numerosos periódicos que se ocuparon de hostigar a las autoridades desde sus páginas: “Amonestaciones”, Despertador teofilantrópico-místico-político”, “La matrona comentadora de los cuatro periodistas”, “Eu nao me meto con ninguem”, “Desengañador gauchi-político-federi-montonero”, “Guardia vendida”, “Doña María Retazos y Derechos del Hombre”, fueron algunos de ellos, todos con nombres estrafalarios y de vida muy efímera.
“Los locos son los mejores raciocinadores”. Se publicó un solo número que apareció el 4 de abril de 1822. Estaba redactado por PABLO RAMÍREZ y a raíz de expresiones contenidas en el mismo, fue acusado y condenado por un “jurado de imprenta” a un año de destierro, el 10 de abril de ese año.
“Antón Peluca, padre de la señora doña María Retazos, ausente en Santa Fe”. Su redactor fue JUAN DE LA CRUZ VARELA, aunque hay quien cree que en verdad lo escribía el doctor LÓPEZ Y PLANES. Planes. Apareció el 27 de enero de 1824 y ese fue su primer y único número, pues su editor fue acusado por el agente fiscal del crimen y defendido enérgicamente por el Dr. MANUEL B. GALLARDO, aunque sin éxito porque finalmente fue clausurado.
“La Verdad sin Rodeos”. Su redactor fue FÉLIX RAMÓN BEAUDOR. Apareció en Buenos Aires el 28 de febrero de 1826 y se editaron en total 99 números, incluyendo los que se publicaron en Córdoba y en Corrientes con el mismo título y por el mismo redactor. Su último número se publicó el 14 de noviembre de en la provincia de Corrientes el 14 de noviembre de 1829.
“El Duende de Buenos Aires”. Periódico semanal. Se editaron en total 33 números, formando un volumen de 476 páginas. Empezó el 6 de agosto de 1826 y concluyó el 9 de abril de 1827. Tuvo por redactor principal a fray VALENTÍN SAN MARTÍN y por colaboradores a BERNARDO JOSÉ DE OCAMPO, cura de San Nicolás de Bari, el doctor JUAN SEGUNDO DE AGÜERO y otras figuras de la época.
“El Granizo”. Apareció el 29 de octubre de 1826 y hasta que se cerró el 10 de noviembre de ese año, se había editado en total 11 números.. FLORENCIO D. JACOBO y JUAN DE LA CRUZ VARELA eran sus jefes de redacción, que contaban con la colaboración de MANUEL B. GALLARDO y FRANCISCO PICO y un señor de apellido MANSILLA.
“El Diablo Rosado”. Este periódico que se imprimía en papel rosado, comenzó a aparecer el 11 de abril de 1828 y estaba dirigido por JUAN LASERRE. Publicó en total 7 números y dejó de aparecer el 25 del mismo mes. Cuando apareció el número tres, su editor fue acusado ante un jurado de imprenta y condenado a no poder publicar papel alguno por el término de seis meses.
“El Hijo Mayor del Diablo Rosado. Tan diablo como el padre”. Publicación que vino a continuar el camino trazado por su antecesor “El diablo rosado”, que fuera clausurado por un tribunal de imprenta. Era un diario mercantil, político y literario y su redactor era nuevamente JUAN LASERRE. Se publicaron en total seis números, desde el 30 de abril de 1828 hasta el 17 de mayo del mismo año.
“El Hijo Menor del Diablo Rosado. Tan diablo como el padre. Debido a la tenacidad de JUAN LASERRE, el 19 de mayo de 1828, apareció este nuevo diario con las mismas consignas de sus antecesores “El diablo rosado …. “. Estaba editado como siempre por JUAN LASERRE, quien consiguió poner en la calle 13 números antes que se lo cerraran nuevamente. Era un diario mercantil, político y literario, cuyo último número apareció el 18 de julio de 1828, cuando su editor fue acusado de “atentar contra la autoridad” y condenado a pagar quinientos pesos fuertes o a pasar cuatro meses en prisión.
“El Hijo Negro del Diablo Rosado, tan diablo como el padre”. Nuevo intento de JUAN LASERRE, que no se da por vencido y enfrenta la persecución ideológica a la que se ve sometido y publica un nuevo diario, esta vez en papel blanco. Como siempre mantiene algo del nombre original de sus anteriores publicaciones y declara que su contenido es mercantil, político y literario. Comenzó a publicarlo el 22 de julio de 1828 y sólo pudo editar tres números, pues cuatro días después, volvió a ser clausurado.
“El Torito de los Muchachos”. Su redactor fue el militante federal LUIS PÉREZ, y editó veinte números en total, concluyendo su edición el 24 de octubre 1830, por razones que se desconocen. Fue una trinchera de la causa federal, que tenía como lema “Para decir que viene el toro, no hay que dar esos empujones”. Redactado mayormente en verso, contenía una gran cantidad de palabras, costumbrismos, sentencias y modismos propios del hombre de la campaña, muy utilizados también en la poesía gauchesca. Desde sus páginas se analizó (quizás por primera vez), el derecho y la capacidad de la mujer para participar en la función pública y en la discusión política.
“Don Gerundio Pincha Ratas o el Abogado de los Unitarios”. Comenzó a publicarse el 17 de abril de 1831 y cerró el 17 de mayo, luego de haber publicado solamente cinco números.
“El Relámpago”, Periódico crítico, satírico, epigramático, federal y anti anarquista. Apareció el 25 de setiembre de 1833 y llegó a publicarse solamente dos números, pues el 2 de octubre de ese mismo año, fue clausurado y su editor acusado ante el “Jurado de Imprenta”
“El Rayo”, Periódico netamente federal. Editó solamente dos números entre el 2 de setiembre de 1833 y el 2 de octubre, del mismo año, fecha en la que ´fue clausurado luego de que un fiscal lo acusara de “atentado contra la autoridad”.
“El mosquito”. Apareció el 24 de mayo de 1863 en Buenos Aires, y desde esa fecha consagró la caricatura política. La instaló como otra forma de expresión del periodismo y durante 30 años, utilizó la ironía para criticar la realidad. Los políticos fueron el blanco principal de las ironías del periódico: Avellaneda, Rocha, Juárez Celman, Mitre y la gran mayoría de nuestros hombres públicos de la época, fueron objeto y víctimas de su humor, especialmente Sarmiento, que más de una vez expresó su ira ante las caricaturas que de él hacían, definiéndolas como repugnantes y denigrantes».
Era domingo cuando el primer número, compuesto por cuatro páginas, salió a la calle. Editado en un principio por Mayer & Cía., debajo de su nombre se aclaraba: «Periódico semanal, independiente, satírico, burlesco y de caricatura». Y ya desde este, su primer número, mostró la impronta que lo caracterizaría: su editorial se abrió con una leyenda que decía: “¡Oíd, mortales! Suscribíos al Mosquito”. Los suscriptores debían pagar 20 pesos por año y tenían derecho a recibir una docena de fotografías gratuitas.
“El Mosquito” fue muy popular y tiraba alrededor de 4.000 ejemplares, aunque llegó a superar los 20.000 en algunas ocasiones. Sus páginas ofrecían notas cortas, caricaturas y, gran cantidad de avisos publicitarios acompañados de litografías. Ddurante 25 años el jefe de redacción fue el médico y escritor EDUARDO WILDE y con él trabajaron algunos de los caricaturistas más brillantes del país: H. Mayer, Adam, Monniot y Advinent, fueron los primeros hasta que a partir de 1868, se incorporaron Stein, Faría y Eduardo Sojo. Stein, que es considerado el pionero de la caricatura política, llegó a ser propietario y editor de esta publicación y fue quien le confirió su estilo particular. En su país era un destacado ebanista y había llegado a la Argentina con la idea de establecerse como apicultor, pero no le fue bien y comenzó a dar clases de dibujo para sobrevivir. Eduardo Wilde, lo acercó a la redacción y a partir de 1868, comenzó a publicar sus primeras caricaturas, que superaban ampliamente el nivel de los otros dibujantes. Muchos de sus dibujos resultan audaces, aun en la actualidad, en la que pocas cosas nos sorprenden. Sus caricaturas mostraban a los personajes en situaciones humorísticas, a veces alejadas de su contexto real y se acompañaban con epígrafes que aclaraban el sentido de la escena.
Cuanto Mitre estaba a punto de terminar su presidencia Stein lo dibujó compartiendo la cama con una dama que representaba a la República. Mitre decía: “Me echas de tu cama para que venga otro a tomar mi lugar y tengo que callarme”. Y la República contestaba: “¡Que te importa! Bastante te vengas, dejándome un muchacho feo, malo y tragón que mantener”. El muchacho, espantosamente representado a un lado, era la Guerra del Paraguay. Stein realizó también para la revista las primeras caricaturas organizadas en secuencias, antecedente de la historieta nacional.
Aquellas inolvidables páginas fueron un reflejo de treinta años de historia argentina, incluyendo negociados, guerras, sanción de leyes y visitas ilustres y cuando la revista se cerró, Stein no volvió a dibujar nunca más. El último número de “El Mosquito”, apareció el 17 de julio de 1893 y desde entonces, sus ya amarillentas páginas, siguen contando la historia con tanta fuerza como entonces.
“Caras y caretas”. Creada y fundada por el afamado escritor JOSÉ C. ALVAREZ, comunmente conocido por “Fray Mocho”, el 19 de agosto de 1898, apareció en Buenos Aires, el primer número de la revista de humor político “Caras y Caretas”, la difundida y prestigiosa revista porteña de carácter popular, que es considerada una institución dentro del periodismo argentino.
Aquel día, presentándose como “un semanario festivo, literario, artístico y de actualidad”. se editó el número 0 con la dirección de “Bartolito” Mitre, hijo del general Bartolomé Mitre, a quien no le hizo mucha gracia que su hijo participara en esta publicación, por lo que, el siguiente número que apareció, en realidad el de su aparición oficial, salió con la dirección de su creador, el conocido “Fray Mocho” (que lo será hasta su muerte producida en 1903) y una excusa de “Bartolito” ante el público, porque “inesperadas circunstancias lo obligaban a renunciar al cargo que había aceptado”.
La observación del primer número permite establecer modificaciones sensibles que introdujo en materia periodística y editorial en el periodismo vernáculo. Los avisos aparecieron ilustrados con caricaturas atinentes y desde sus primeros números publicó avisos de los comercios más importantes e inauguró la moda de la publicidad en verso, como la que promocionaba el restaurante “Aue’s Keller”, que decía: «Si Aue’s con su cocina ha pretendido/ nutrir con el olfato, es cosa cierta/ que lo tiene de sobra conseguido/ pues a más de un hambriento hemos oído/ que solo con oler desde la puerta/ se siente la ilusión de haber comido».
El contenido de esta Revista, pionera del humor político en nuestro país, incluía reportajes, notas de actualidad, encuestas, poca solemnidad y mucho ingenio. Pero lo que marcó el perfil de “Caras y Caretas”, fue la excepcional calidad de los profesionales que la hacían. Colaboraron en sus páginas los periodistas BARTOLOMÉ MITRE Y VEDIA, EUSTAQUIO PELLICER, JULIO CASTELLANOS, AGUSTÍN DE VEDIA, EL MISMO JOSÉ C. ALVAREZ, LUIS GARCÍA, MERCEDES MORENO, ARMINDA ÁLVAREZ DE BANASH y dibujantes e ilustradores de la talla de MANUEL MAYOL, AURELIO GIMÉNEZ, JOSÉ MARÍA CAO, SARTORI, MARIO ZAVATTARO, VILLALOBOS, EUSEBI, CASTRO, RIVERA, VALDIVIA y otros no menos renombrados
Entonces, como ahora, algunas de las críticas más lúcidas al poder, se expresaban a través de la caricatura y el humor y vaya como ejemplo de esto, la tapa de la edición N° 20, dedicada al carnaval, donde aparecía un dibujo de Mayol con la siguiente leyenda: «No lo lloréis aunque muriendo se halle/ porque Momo en su afán de ser eterno/ muere todos los años en la calle/ para resucitar en el gobierno».
También le cabe el mérito de haber sido el medio que incorporó por primera vez la historieta en forma sistemática y regular, empezando en 1912 con la publicación de ”Viruta y Chicharrón”, un “comic” al estilo de los actuales difundidos desde Norteamérica. El 23 de agosto de 1913 apareció por primera vez “Sarrasqueta”, considerado el primer personaje de historieta nacional y no era una casualidad que este personaje surgiera en las páginas de Caras y Caretas, ya que entre 1898 y 1941 fue un lúcido reflejo de las costumbres, la política y la problemática social argentina.
Don Goyo Sarrasqueta y Obes, otro de sus personajes emblemáticos era obra del dibujante español Manuel Redondo y personificaba a un inmigrante en constante búsqueda de un lugar en la sociedad, testimoniando las circunstancias históricas del país y la dura condición del inmigrante “Sarrasqueta” ilustraba sobre la actualidad y servía como crítico de la sociedad. Esta historieta aparecíó por más de quince años y el personaje fue evolucionando a través del tiempo y afinando sus líneas, pero conservando siempre una máscara reducida a dos muecas que expresaban alegría o tristeza.
La revista tuvo enorme popularidad y llegó a tirar más de 100.000 ejemplares, que eran arrebatados de las manos de los “canillitas” y hasta que dejó de aparecer el 17 de octubre de 1939, mantuvo siempre su precio de 20 centavos. Ya extinguida su publicación, su Archivo sirvió de base al Archivo General de la Nación, y luego incorporado a la que hoy es su “División Gráfica y Sónica” (ver Diarios, Periódicos y Revistas)