ESCUELA PETRONILA RODRÍGUEZ

La Escuela de Educación Pública Doña Petronila Rodríguez, está ubicada en Andonaegui 1532 (en el Barrio Parque Chas de la ciudad de Buenos Aires) y su historia guarda recuerdos que comienzan con un triste suceso, seguida por el desconocimiento de la última voluntad de alguien que quiso perpetuar su memoria a través de una Escuela para niñas, y culminó por fin en esta Escuela Pública que hoy es orgullo del Barrio Parque Chas y de la estructura educativa argentina.

Repasemos los hechos. Petronila Rodríguez tenía 20 años y era soltera en 1835 cuando su padre mató al vecino, creyendo que era un ladrón. Aunque fue absuelto, quedó muy afectado por el suceso que había protagonizado y realizó varias obras pías.

Su hija PETRONILA RODRÍGUEZ ahora, DE ROJAS, también impresionada por la desgracia que había presenciado, queriendo seguir con la expiación de su padre, antes de morir en 1882, dejó en herencia a la Municipalidad de Buenos Aires, un terreno que había heredado de el, con la condición expresa de que se construyera allí, una Escuela para niñas.

El terreno estaba ubicado  ubicado en la calle De la Garantía (hoy la manzana delimitada por las calles Córdoba, Callao, Montevideo y Marcelo T. de Alvear y poco caso se le hizo a la donante. Como el predio que había donado estaba precisamente en una zona de la ciudad que tenía un alto valor inmobiliario, a algún funcionario “poco dotado” (por no agraviar la memoria de alguien que seguro ya no está) se le ocurrió dejar ese terreno para una obra que tuviera un destino más “esplendoroso” y cumplir con el mandato de Petronila, haciendo la obra en otro lugar.

Aunque parece ser que el cambio de sede del Colegio que quería doña Petronila, se hizo con la aquiecencia de doña JUANA BOSCH, albacea testamentaria de su prima, no deja de ser un agravio a la extinta, haber cambiado los términos de su legado.

Así fue que el edificio que se construyera en el lugar que donó Petronila, terminó siendo la sede del “Consejo Nacional de Educación”, conocido como Palacio Pizzurno o como Palacio Sarmiento,  y para honrar la memoria de la donante, cuyas condiciones fueran flagrantemente desoídas, en 1932, por iniciativa de JUAN BENJAMÍN TERÁN, Presidente del Consejo Nacional de Educación, se le dio el nombre de la benefactora a una escuela en Parque Chas.

Mientras que “el espléndido solar donado por Petronila fue bautizado “Palacio Sarmiento. A la calle que pasaba por la puerta se la llamó “Pizzurno”, en honor de tres hermanos maestros con ese apellido: Pablo, Carlos y Juan” (ver).

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