31/10/1843

Ratificando los acuerdos alcanzados con la firma del tratado “Mackau-Arana” (29 de octubre de 1840), el gobernador delegado de Buenos Aires, FELIPE ARANA, dispone por Decreto la imposición de penas severas a todo individuo que alterase el sosiego público y la pena de muerte al simple robo y a la provocación de heridas leves. Con ello se pretendía poner fin a dos años de crímenes aberrantes cometidos por fanáticos rosistas, miembros de la “mazorca”.

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