UNA EDITORIAL DENUNCIANDO LA DISCRIMINACIÓN (27/06/1801)

En su edición del 27 de junio de 1801, el “Telégrafo Mercantil”, se refiere a las repetidas disputas que origina la actitud discriminatoria adoptada por instituciones y vecinos en general y al mal que así traen a la sociedad colonial.

“Comenzando por el anacrónico “certificado de sangre limpia”, traído a América por los conquistadores, pasando por el rechazo de los indígenas en los ambientes cultos de nuestra sociedad, hasta el inhumano trato que se les dispensa a los “hombre y mujeres” negros, son todas muestras de la inhumana discriminación que ensombrece nuestra colonia y que debemos rechazar enérgicamente.

“Es constante, que las innumerables personas, que hay en la América de las referidas castas, envilecidas por sola su condición y nacimiento, no son admitidas en las escuelas públicas de primeras letras, a fin de que no se junten, ni rocen con los hijos de los españoles”.

“Por la misma razón no son admitidas en las carreras de las Armas, ni en ninguna otra Junta, Congregación o Comunidad de españoles… ¿Qué diré de las disensiones y pleitos que suelen originarse por razón de la vileza e infamia anexa a estas castas de gentes?”.

“Un y popular rumor que se levante y difunda sin fundamento alguno, basta para infamar las familias más acreditadas. Si algún joven pretende tomar el estado de matrimonio con alguna persona de quien se sospecha o se diga que participa algo de semejantes razas o castas, aunque de muy remotas generaciones, aquí es el de desacreditarse unas familias a otras, aquí las disensiones, las enemistades perpetuas, los pleitos y los males sin fin”.

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