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FRANCISCO DE AGUIRRE partió desde el Tucumán con unos 150 hombres con la intención de fundar un puerto en el Río de la Plata, más precisamente en las costas del río Paraná, pensando que desde allí podrían transportarse en carretas, a través de buenos caminos, las cosas que venían desde España con destino al Tucumán, hasta una ciudad intermedia que debería fundarse en territorios de los comechingones, a unos 120 kilómetros de Santiago del estero. Poco antes de llegar al destino previsto para ello, un motín encabezado por JERÓNIMO HOLGUÍN, lo depuso y acusándolo de supuestas herejías lo envió preso a Charcas, custodiado por JERÓNIMO DE HOLGUÍN.