El arcón de la historia Argentina > Crónicas > EL AUTÓDROMO “GENERAL SAN MARTÍN” (10/07/1927)
EL AUTÓDROMO “GENERAL SAN MARTÍN” (10/07/1927)
El 10 de julio de 1927 se inauguró en la ciudad de Buenos Aires el Autódromo «General San Martín», el primer escenario que se construyó en la Argentina, para desarrollar carreras automovilísticas en circuito cerrado.
Desde aquella lejana carrera de 1906 las pruebas automovilísticas se habían llevado a cabo en trazados abiertos y sobre caminos de uso público. Solo algunos trazados “cerrados” eran puestos a disposición de los corredores aunque estos no tenían variantes, eran pistas para caballos o atléticas que con simples adecuaciones se usaban para correr carreras con automóviles.
Por tal motivo, a fines de 1926, un grupo de aficionados, entre los que estaban OLIVEIRA CESAR, PAULINO FURIO, PEDRO MALGOR, RUFINO LURO, J. CORDERO, el ex concejal, RODOLFO TRAVERS, y el ingeniero J. MARCHESSOTTI deciden construir una pista para desarrollar allí competencias automovilísticas.
El 10 de julio de ese año, comenzaron las obras sobre un terreno, donado por la familia OLIVEIRA CÉSAR, que estaba ubicado en el Partido de San Martín, a cuatro cuadras de la estación del mismo nombre del Ferrocarril Mire, donde hoy se cruzan la avenida General Paz y avenida de los Constituyentes. Era el «Autódromo General San Martín», también conocido como el “Circuito San Martín», que fue el primer autódromo que tuvo la ciudad de Buenos Aires.
Los trabajos fueron lentos porque el grupo tenía más ideas que pesos y las obras se fueron realizando un poco a la criolla, con más promesas que efectividad. Tenía una pista rectangular de aproximadamente tres mil metros de extensión y un ancho de diez metros. Con curvas peraltadas y muy anchas y con el piso de tierra apisonado con una base de petróleo y según expertos de la época, aunque era un escenario con más defectos que virtudes, permitiría alcanzar los 190 kilómetros por hora a los automóviles.
Los costados del trazado estaban delimitados por una verja de madera y la torre de control y la tribuna principal, estaban ubicadas en el centro de la recta principal y todo el predio fue cercado con un paredón alto. Su construcción demandó una inversión de un millón doscientos mil pesos de la época
A mediados de 1927 la obra estaba terminada y se requirió la correspondiente habilitación municipal, tarea que le fue encomendada al ingeniero MÁXIMO TARDIEU, un dirigente deportivo de la época que informó que “Con su pista de tierra más que mediocre, sus perfiles defectuosos, sus pésimas curvas, el autódromo de San Martín, deficiente bajo cualquier punto de vista, resultará un proyecto fracasado”
A pesar de tan desfavorable informe, se decidió que la nueva pista se inaugurara el domingo 3 de julio de 1927. Aunque llovía intensamente, mucho público se acercó a ver “estos demonios mecánicos” en acción, pero debieron volver a sus casas: El temporal que se abatió sobra la ciudad obligó a suspender la inauguración hasta la semana siguiente.
Finalmente, ese domingo 10 de julio de 1927, se inauguró oficialmente el “Autódromo General San Martín”, que fue el Autódromo Argentino.
Ese día se realizó allí una prueba automovilística que fue organizada por el Automóvil Club Argentino y que se llamó “Campeonato de la Hora”. Contó con la participación de una docena de automóviles y fue ganada por DOMINGO BUCCI conduciendo un Hudson a una media de 136,080 Km/h.,
Pero fueron tantos los inconvenientes, incluidos numerosos “despistes”, el vuelco de uno de los competidores llamado EDUARDO ESTANGUET y los bajos promedios de velocidad registrados, que los vaticinios del ingeniero TARDIEU comenzaron a conspirar contra el futuro de este circuito.
Parece ser que el error estaba en la construcción de la pista, para lo que no se destinó todo el dinero que hubiera sido necesario y que se empleó en rodear al circuito con un imponente e innecesario murallón.
El tipo de suelo de tierra apisonada que tenía un recubrimiento con una mezcla bituminosa, era lo que provocaba constantes riesgos y su reparación exigía frecuentes reparaciones.
En su libro “Medio siglo de automovilismo argentino”, RICARDO LORENZO “BOROCOTÖ”, dijo al respecto: “Lo cierto es que, al irse hundiendo las curvas, porque la tierra cedía, se fue hundiendo el autódromo”.
Poco a poco el circuito de San Martín fue perdiendo uso y por fin, pasando a ser “inoperable”, el “Autódromo General San Martín” fue clausurado en 1931, dejando para el recuerdo, los nombres de los “grandes” ídolos del automovilismo argentino en sus albores: Riganti, “Macoco” Alzaga Unsué, Bucci, Blanco y muchos más.
Fuentes. “Historia del automovilismo argentino”. Una página del Bahía Blanca Automóvil Club; “Archivo de Autos” de Mauricio Uldane; «Archivos de la Revista «Parabrisas»; Ed. Perfil, Buenos Aires; «Archivo de la Revista El Gráfico».