PARTIDA CELADORA (1804)

 

Siendo insuficientes para la vigilancia de la campaña los servicios y buena voluntad de los «Alcaldes de Barrio», en 1804 se organizó una “Partida Celadora”, constituida por un oficial y seis celadores, un organismo que prestó eficientes servicios durante las invasiones inglesas.

En 1809 alcanzó a integrarse con treinta y cinco hombres, reducidos luego a dieciséis, después de la Revolución de Mayo. Esta merma de sus efectivos la tornó inoperante, por lo que en 1812, el Triunvirato creó la “Partida Celadora de Policía” en sustitución de la anterior, para imponer el orden en la campaña.

Estaba compuesta por tres oficiales y cincuenta soldados que fueron armados con carabina, pistola y sable, Pero poco duró en funciones, pues, por diversas causas, fue perdiendo fuerza, hasta que a fines de ese mismo año de su creación, fue disuelta y el 22 de diciembre de 1812 se puso en vigencia el Reglamento General de Policía, que creó otra “Partida Celadora” (también llamada “Compañía Celadora”), esta vez, más reforzada pues se asignaron a este cuerpo, tres oficiales y cien hombres de tropa uniformados.

Se debe al ministro BERNARDINO RIVADAVIA, que a propuesta del Intendente de Policía EUSTOQUIO DÍAZ VÉLEZ, el 10 de mayo de 1819, se aprobara el nuevo uniforme de la “Compañía Celadora”.

Consistía, éste en chaquetilla corta encarnada, con bocamangas y cuello azul, de siete botones dorados, con galones de teniente; pantalón largo de montar, de color azul, con franja encarnada y entrepiernas, bajos y tirapiés de badana negra; gorra de plato azul con banda encarnada, visera y barbijo de suela negra y escarapela nacional.

Llevaba sable de caballería con vaina de suela negra con boquilla, puntera y adornos de bronce y cinturón de cuero y tiros blancos con hebilla dorada. En 1821, este organismo fue suprimido por el Jefe de Policía JOAQUÍN DE ACHÁVAL (primer funcionario de este título) y sus integrantes pasaron a formar un nuevo Cuerpo que se llamó «Peoneros de Policía» (ver Evolución de la Policía de Buenos Aires).

Dejar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *