EL ESCUDO DE LA CIUDAD DE BUENOS AIRES (03/12/1923)

El escudo de la ciudad de Buenos Aires, desde el creado por JUAN DE GARAY en 1580 hasta el presente, ha sufrido en el transcurso de los años, diversas modificaciones, agregándosele o quitándosele algunos elementos en algunas oportunidades, o bien, variando su ubicación.

Pocos días después de que JUAN DE GARAY fundara la ciudad de Buenos Aires  (11 de junio de 1580), decidió que no podía faltarle un escudo y a estos efectos, el 20 de octubre de 1580, reunió el Cabildo para la elección del Patrono y para determinar el Escudo de Armas que debía tener la ciudad (1).

En el Cabildo se propuso que sus características fueran un águila negra, con una corona en la cabeza y cuatro hijos o aguiluchos que simbolizaban los pueblos fundados o por fundar en la región. Podemos decir que el águila negra corresponde a las armas de ORTÍZ DE ZÁRATE y de TORRES DE VERA Y ARAGÓN.

Los cuatro aguiluchos representan las ciudades que GARAY debía fundar y la cruz y la corona «por haber venido a este puerto con el fin y propósito firme de ensalzar la fe católica y servir a la corona de Castilla y León» (1).

Años más tarde, con fecha 20 de septiembre de 1591, el Concejo, a pedido del Cabildo, confirma la fundación de la ciudad y las mercedes que en nombre del Rey concediera a JUAN DE GARAY, particularmente aceptando el escudo de armas que dicho fundador propusiera.

En este escudo no aparecían todavía los símbolos relacionados con el río que hasta pasado el 1600 era considerado mar por los porteños, y tenía entonces una importancia trascendental para el desarrollo comercial y las comunicaciones de la ciudad.

Aunque el Consejo de Indias aprobó ese proyecto, el escudo de GARAY nunca llegó a utilizarse ni se ha encontrado ningún documento donde figure.

El modelo más antiguo que se conoce, fuera del de JUAN DE GARAY, data de 1649. El 5 de noviembre de ese año, los cabildantes reunidos en sesión ordinaria, resolvieron que la ciudad de Buenos Aires tuviera un escudo de armas, como otras ciudades cabeceras de provincias de España e Indias, dando conformidad así a la propuesta que hiciera el gobernador JACINTO DE LÁRIZ, presente en la reunión.

Al tratar tan importante asunto, tanto el gobernador como los cabildantes y los presentes ignoraban que la ciudad ya estaba blasonada por resolución del Consejo de Indias del 20 de setiembre de 1591, que confirmaba el pedido que años atrás formulara Juan de Garay.

El escudo aprobado en 1649 fue dibujado en la misma acta, intercalado en el texto y consta de los siguientes elementos: sobre una forma de bordes irregulares, se dibujó la paloma que representaba al Espíritu Santo en halo.

Mirando a su izquierda, en la punta, la superficie del río de aguas rizadas, un ancla de gran tamaño, con cepo y arganeo, acostada sobre su flanco derecho.

El tamaño de la paloma que ocupa el cuartel superior, como el del ancla que ocupa todo el inferior, impidió agregar cualquier otro atributo, como las naves sobre el agua, que aparecerán un siglo después dentro del campo.

El escudo se completa en su bordadura, con el nombre de la ciudad escrito en abreviaturas, pero cuyas palabras concretas dicen: CIVDAD DE LA TRINIDAD PVERTO DE BVENOS AYRES.

Tampoco este escudo tuvo suerte, porque al poco tiempo se le hicieron modificaciones. Para 1716 comienzan a aparecer las dos naves y en 1747 se las incorporó definitivamente, pero cambiándolas de lugar.

En 1744, en un escudo que adornaba la Sala Capitular del Cabildo de Buenos Aires, aparecen los mismos atributos anteriores, pero en esta oportunidad, se incluyen dos barcos fuera del campo del escudo y en la bordadura, la leyenda dice: «Mui noble y mui leal civdad de la Santísima Trinidad y Puerto de Santa María de Buenos Aires», difiriendo entonces, del escudo aprobado en 1649 (por el agregado de «Santa María la muy noble y leal»).

En 1747, en ocasión de la jura de fidelidad a Fernando VI como rey de España y de las Indias, se acuñó una medalla (la más antigua de la medallística argentina), que tiene en el anverso la efigie del monarca y en el reverso, el escudo de la ciudad, pero ahora con los dos barcos incluídos dentro del campo del escudo. (1).

Decía el Acta respectiva: «En esa sesión, los cabildantes platicaron sobre el fin y propósito, con que el celo y voluntad del Señor v General y Conquistador vinieron y poblaron esta Ciudad y que piden a su merced del dicho señor teniente gobernador, que mande señalar mas a esta ciudad, sobre que se funde su blasón, para que así por su merced señalada, pida confirmación de ellas a S .M. entretanto usen de ellas y del blasón de la ciudad un águila negra pintada al natural, con su corona en la cabeza con cuatro hijos debajo demostrando que los cría, con una cruz colorada sangrienta que salga de la mano derecha y suba más alto que la corona, que semeja la Cruz de Calatrava, y la cual esté sobre campo blanco, y esta dijo que señalaba y señaló por armas de esta ciudad, la razón de la cual y del blasón, es haber venido a este puerto con fin y propósito firme de ensalzar la Santa Fe Católica y de servir a la Corona Real de Castilla y León y dar ser y aumentar los pueblos de esta gobernación que a cuarenta años que están poblados y cerrados e iban en gran disminución con las dichas armas.

El escudo municipal de la ciudad de Buenos Aires
El escudo de la Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires, tiene su origen en la sesión ordinaria N° 29 celebrada por el Concejo Municipal el 7 de julio de 1856.

En el transcurso de la misma, la Comisión de Educación presentó el modelo de sello que usaría la Corporación Municipal, en el cual se mantenían los mismos elementos que integraban el escudo de armas de la ciudad usado desde 1649. Firman dicha nota: GABRIEL FUENTES, EMILIO AGRELO y DOMINGO FAUSTINO SARMIENTO.

«El señor FUENTES fundó su dictamen trayendo en su apoyo el antecedente histórico de que las armas de Buenos Aires eran un escudo con dos navíos anclados en mar espumoso plateado, con una paloma volando en medio de campo celeste, que simboliza el Espíritu Santo, y estas mismas, eran las que proponía para el sello de la municipalidad (…).

Puesto a votación, el proyecto resultó aprobado». (Actas del Concejo Municipal de la Ciudad de Buenos Aires correspon­diente al año 1856) Este sello se utilizó durante algunos años, sufriendo ligeras modificaciones hasta que la Municipalidad aprobó el escudo que sería el definitivo, por Ordenanza del 3 de diciembre 1923.

Los colores del escudo municipal
El cielo es celeste, cruzado por las rayas más claras que irradia la paloma. El Río de la Plata tiene el color ocre, natural del mismo. La paloma es blanca, los barcos muestran el casco color madera oscura, con gallardetes rojo, amarillo y blanco y el ancla es de color negro. La bandera oficial de la ciudad de Buenos Aires, es de forma rectangular, compuesta por un fondo blanco, reproduciéndose en su centro, la réplica del escudo creado por Juan de Garay en 1580 y aprobado luego por Ordenanza Nº 49.669/95, Decreto N° 1.291 (B.M.N° 157).

El actual escudo de la ciudad de Buenos Aires
El 3 de diciembre de 1923, la ciudad de Buenos Aires tuvo por fin su escudo, después de muchas modificaciones. Tiene forma oval, no acorde con la tradición hispánica, pero la misma que identifica al escudo nacional.

Desde 1649 lleva una paloma radiante, vista de frente y con las alas extendidas, significando el Espíritu Santo, bajo cuya advocación, fue colocada la ciudad.

En el cuartel inferior, aparece un ancla medio sumergida con la parte de la caña y una uña, fuera de la superficie de una «marizada», simbología que desde la antigüedad clásica, representa a la ciudad puerto, al puerto natural, al fondeadero e incluso al feliz retorno de una navegación.

En este caso se le asigna el significado de fondeadero y puerto. El campo muestra las aguas del río en estado de suave oleaje o rizada, representando las aguas del Río de la Plata.

En el cuartel superior dos barcos, uno de ellos carabela y el otro un bergantín del siglo XVI, vistos ambos por el costado de babor, de igual o parecido tamaño, colocados en el mismo plano. La carabela tiene dos costillas, cuatro palos verticales y bauprés.

Sobre el castillo de proa el trinquete con dos vergas, en los tres palos restantes, las antenas correspondientes al aparejo latino. El bergantín, con aparejo redondo o de cruz en el trinquete y latino en mástil de mesana, estando ambas naves, empavesadas con banderas en los topes y flámulas en las penas. La primera pretende significar la carabela de la fundación del Puerto de  Buenos Aires, hecha por Pedro de Mendoza y el bergantín, la fundación de Buenos Aires, hecha por Garay en 1580.

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