1780
SURGE EL PASEO DE LA ALAMEDA. El virrey Vértiz ordenó la construcción del llamado “Paseo de la Alameda”, una calle ancha, de dos vías que se extendía cuatrocientos metros, paralela a la costa del río. Se plantaron álamos, sauces y ombúes y se construyeron bancos de mampostería para que los paseantes pudieran sentarse a descansar para admirar el paisaje. Fue el primer paseo ribereño de la ciudad, también llamado “Paseo del Bajo”, que luego se llamó “Paseo de Julio” y que hoy conocemos como avenida Leandro N. Alem en la ciudad de Buenos Aires (ver La Alameda).