LA DESOBEDIENCIA DE SAN MARTÍN VISTA POR PAZ (1819)

Corría el año 1819. Disconformes con la Constitución de 1819, que a su juicio vulneraba las autonomías provinciales, varios caudillos se oponían con firmeza al recientemente nombrado Director Supremo del Estado, el general JOSÉ RONDEAU, y proclamaban el enfrentamiento militar con Buenos Aires.

Prosiguiendo con la movilización dispuesta por PUEYRREDÓN, su antecesor en el cargo, RONDEAU ordenó que los Ejércitos del Norte y de los Andes (instalado este último en Cuyo) , retornaran a la Capital para hacer frente a la situación de rebeldía generada por los caudillos. .

BELGRANO, quien como jefe del Ejército del Norte, se hallaba en Córdoba con sus fuerzas, debe regresar gravemente enfermo a Tucumán y deja en su lugar al general FRANCISCO DE LA CRUZ.

Éste procura cumplir la disposición del gobierno, pero una parte de sus tropas, se le subleva antes de llegar a destino. SAN MARTÍN, en cambio, deseoso de llegar cuanto antes a concluir su plan libertador, desobedece la orden y vuelve a Chile para continuar con la organización de la expedición al Perú (1).

Sólo deja algunas fuerzas en Cuyo, al mando del coronel ALVARADO, para que se pusieran al servicio del Directorio, si éste así lo requería.

Este episodio, que cobró por entonces significativa relevancia, es recordado por el general JOSÉ MARÍA PAZ en sus «Memorias», donde dice:

«La guerra civil repugna generalmente al buen soldado y mucho más, desde que tiene al frente un enemigo exterior y cuya principal misión es combatirlo».

«Este es el caso en que se hallaba el ejército, pues que habíamos vuelto espaldas a los españoles para venirnos a ocupar de nuestras querellas domésticas. Y a la verdad, es sólo con el mayor dolor que un militar, que por motivos nobles y patrióticos ha alcanzado esa carrera, se ve en la necesidad de empapar su espada en sangre de hermanos».

«Dígalo si no el general San Martín, que se propuso no hacerlo y lo ha cumplido. Aún hizo más, en la época que nos ocupa; pues, conociendo que no podía evitar la desmoralización que trae la guerra civil, procuró sustraer su ejército al contagio, desobe­deciendo las órdenes del gobierno, que le ordenaba que marchase a la Capital para cooperar con el Ejército del Norte y el de Buenos Aires para atender el frente interno».

«Si San Martín hubiese obrado obedeciendo la orden, como lo hizo BELGRANO, seguramente habría perdido su ejército y no hubiera podido realizar la gloriosa campaña a Lima».

(1). San Martín se hallaba preparando la expedición al Perú y si bien los gobiernos argentino y chileno habían adquirido barcos para formar una flota armada y habían contratado al marino inglés Thomas Cochrane para que la comandara, los conflictos internos en Buenos Aires y las guerras civiles en las provincias ocasionaron la renuncia de Pueyrredón y volvió a imperar la anarquía en el país.

En esos momentos no sólo era imposible asegurar un apoyo adecuado de parte del gobierno de Buenos Aires, para la expedición libertadora al Perú sino que incluso el gobierno encabezado por Rondeau, pidió a San Martín que pusiera su ejército a disposición de las autoridades nacionales para reprimir las revueltas, especialmente en el litoral.

San Martín se negó, tal como lo había hecho anteriormente ante un pedido similar de Pueyrredón; esta decisión —muchas veces mencionada en la historia argentina como la controvertida “desobediencia” de San Martín— fue el resultado del convencimiento del comandante de que su primer deber era lograr la independencia de la nación y de su renuencia a participar en la guerra civil.

9 Comentarios

  1. Anónimo

    Gracias por la información

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    1. Anónimo

      ok

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  2. Anónimo

    Muchas gracias

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  3. Anónimo

    cac

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  4. Anónimo

    Ahre

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  5. Anónimo

    Alguien me lo puede resumir mañana tengo prueba y es re tarde no tengo tiempo de leero todo

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  6. Anónimo

    Digo que es tarde porque me levante a las 5 de la mañana y estoy muerta de sueño

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  7. Juan Bracamonte

    Resumido. San Martin fue más allá de las disputas internas, no quiso derramar sangre de sus hermanos y tuvo la visión de culminar con la emancipación americana de España.

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    1. Anónimo

      8

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