URQUIZA ENTRA EN BUENOS AIRES, DESPUÉS DE CASEROS (19/02/1852)

Luego de triunfar en Caseros, el general JUSTO JOSÉ DE URQUIZA, sin haber podido evitar los desmanes producidos por su tropa poco después de la batalla, posterga su entrada en la ciudad de Buenos Aires y recién lo hace, el 19 de febrero de 1852 (ver Saqueo de Buenos Aires).

Ese día entra en la ciudad al frente del Ejército Grande compuesto por efectivos orientales, brasileños, correntinos, entrerrianos y santafecinos, pertenecientes a las tres armas (infantería, caballería y artillería), más 40 cañones de tren volante. La ciudad lo recibe embanderada y con un arco triunfal levantado en la calle del Perú (hoy Florida).

A las 11,30 de esa mañana, Urquiza avanza hacia el campo del Retiro, acompañado por el general TOMÁS GUIDO, ambos montados. Según DOMINGO FAUSTINO SARMIENTO (que presenció el desfile), URQUIZA llevaba en la ocasión

«…. una rica espada de vaina dorada, de las tomadas a ORIBE, casaca con bordados al cuello, banda roja, sin charreteras   y sombrero de paisano con cinta».

Según ANTONIO ZINNY (que también pudo ser testigo), URQUIZA  «… viste poncho blanco corto sobre la casaca militar y pantalón con franja de oro y formando contraste, sombrero de copa alta con un ancho cintillo punzó, como para indicar que todos debían usarlo». Ese cintillo punzó, pronto comienza a dar que hablar entre los viejos unitarios.

URQUIZA avanza hasta la calle de la Federación (hoy Rivadavia) y dobla hacia la Plaza de la Victoria, donde hay otro arco triunfal en la entrada y más allá, un tablado donde se ha instalado una orquesta.

Desde balcones y azoteas caen flores sobre el vencedor de Caseros y el ejército, compuesto por más de 30.000 hombres tarda en pasar frente al palco desde donde observa URQUIZA. Según BERUTI, «hasta las seis de la tarde, que se retiraron a su campamento de Palermo.

Los porteños se sienten menoscabados porque URQUIZA no ha hecho «ni una leve inclinación de cabeza para saludarlos» y el cintillo punzó que llevaba en el sombrero, pone fuera de sí a SARMIENTO, que no le va a tolerar a URQUIZA tal restauración de ese símbolo del terror, por lo que decidirá volverse en su opositor.

ERNESTO J. FITTE publicó en La Prensa, del 14 de junio de 1959, una nota refiriéndose a ese tema y transcribe la narración del espectáculo que se armó en torno a esta circunstancia y que le fue referida a PASTOR S. OBLIGADO por un testigo presencial y que publicó en el diario La Razón del 17 de febrero de 1923:

«Ese día, estábamos en las esquinas de la Catedral, acompañando a un grupo de condiscípulos de la Escuela de don JUAN PEÑA, los futuros generales LUIS MARÍA CAMPOS, JOSÉ IGNACIO GARMENDIA y otros más».

«Las columnas del general Urquiza comenzaron a entrar en las calles de la ciudad y el sonido de las cien campanas de ésta, echadas a vuelo en repique ensordecedor, sólo era amortiguado por el estruendo de salvas, bombas y aclamaciones».

«Pasaban desfilando por las calles de Florida bajo extenso palio de banderas blancas y celestes, sobre alfombras de flores que en profusión llovían de balcones, azoteas, puertas y ventanas.».

El general Urquiza, jefe del Ejército aliado, vestía el «petit-uniforme» y llevaba sobre el pecho la banda de Gobernador de Entre Ríos. Montaba un magnífico caballo moro, cuyos arneses eran de un lujo extremo. A su derecha venía el Gobernador de Corrientes, general BENJAMÍN VIRASORO, mayor general del Ejército Grande y a su izquierda el general TOMÁS GUIDO, encargado por el gobierno provisorio para recibir al triunfador de Caseros en la plaza del Retiro.

Se había levantado un arco de triunfo en honor de los vencedores en la plaza de la Victoria. Alegorías, inscripciones y las banderas de la alianza decoraban el arco, donde también se leía: «A la coalición americana libertadora»; «Viva el ínclito general Urquiza»; «Salve 3 de febrero de 1852»; «Honor a los mártires»; «Gloria a los libertadores»; «Salve 1º de mayo de 1851»; «Buenos Aires a Urquiza el Libertador», y otras expresiones el mismo tenor, condenando al depuesto gobernador Rosas y exaltando a los vencedores en Caseros.

Pero pronto esa euforia triunfalista se transformará en rechazo y hasta en repudio para con el general triunfante (ver La revolución del 11 de setiembre contra Urquiza).

7 Comentarios

  1. Walter Echarren

    Traidor inmundo Urquiza, coimero asquerozo.

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  2. Anónimo

    limones 4k

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  3. Luis

    Creo que no se puede hablar de la palabra traidor sin mencionar a Rosas, que siempre antepuso sus propios intereses (era el mas rico estanciero de Bs. As.) negandose a repartir las ganancias que entraban por el puerto de su provincia y negandose ademas a permitir la libre navegacion de los rios internos, obligando asi a las provincias del interior (y en especial las del litoral), a depender de las migajas de Bs. As. (cosa que aun hoy sigue sucediendo) Rosas es la oligarquia en el gobierno, que gobierna por y para las 500 familias mas ricas.

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  4. Anónimo

    Bueno, los bonaerenses siempre dicen que los entrerrianos somos cobardes. ¿Me recuerdan, por favor, en qué fecha el ejército de Buenos Aires desfiló por Paraná?.

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  5. Anónimo

    Hola, voy a usar parte de este relato para un instagram sobre historia. Se llama @eslahistoria. Es de lo poco que pude encontrar sobre la entrada de Urquiza a la Capital. Gracias.

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    1. Horacio (Publicaciones Autor)

      No es nuestra costumbre responder a «Anónimos», pero en el caso suyo lo haremos para agradecerle que difunda nuestros contenidos, para que se cumplann así nuestras intenciones cuando decidimos subir esta página: lograr la máxima difusión de los aconecoimientos y personajes que hicieon nuestra Historia, para que no se pierdan en el olvido, ni tergiverados por intereses políticos o partidistas.

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  6. Marcelo

    Fueron muchos los que opinaron y dejaron constancia del dia en que URQUIZA entro en Buenos Aires. Muchos de ellos, sin haberlo presenciado, sino por mentas.- Lo cierto es que Sarmiento en su «CAMPAÑA EN EL EJERCITO GRANDE», señala que … «el triunfo (se refiere al desfile) se demoraba de dia en dia esperando lloviese, decian, para mitigar el polvo, hasta que todo fue dispuesto, para el 19 o 20…» y para mas adelante, ya en plena descripcion del acto, agrega:… «El dia de la grande exhibicion ananeció. Había llovido la noche antes»
    Sarmiento, fue testigo presencial de ese acontecimiento, de alli que se colige la importancia de su referencia al evento traido a estudio y en su «CARTA DE YUNGAY»señaló el dia 20 como fecha del EJERCITO vencedor de CASEROS en la Ciudad de Buenos Aires.- (D.F. SARMIENTO, Diputado al Congreso Nacional por la Provincia de San Juan, al General Justo José de URQUIZA, vencedor de Caseros, YUNGAY, octubre 13 de 1852) Confr. «Las ciento y una» Polemica con Juan Baustista Alberdi, Talleres Graficos Argentinos, L.J. Rosso, s/f de edicion, BS AS, pags 16 y 34. Biblioteca del Congreso de la Nacion.-

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