LA GRAN ENTRADA (1543)

La «Gran Entrada», ocurrida entre 1543 y 1546 es como se conoce a la primera penetración española procedente de Perú con destino al Tucumán, para iniciar su conquista y co­lonización de Hispanoamérica.

En esos años, el licenciado CRISTÓBAL VACA DE CASTRO, había sido enviado por la corona española al Perú, para resolver las diferencias entre «pizarristas» y «almagristas». Al arribar al Perú, tuvo que encargarse de reprimir la rebelión de Diego de Almagro el Mozo y ejercer el gobierno, entre los años 1542 y 1544.

Para mantener en actividad a sus soldados y quizás con la esperanza de poder recompensarlos con el acceso a las grandes riquezas que se suponían en esta tierras, organizó y financió varias expediciones con el fin de conquistar nuevas y probablemente ricas tierras para España.

En ese contexto, DIEGO DE ROJAS, oficial español de Burgos, que se había distinguido en las conquistas de Nicaragua y Perú, fue puesto al mando de una expedición con destino al sudoeste. Bien provisto y con por lo menos doscientos hombres, incluyendo a oficiales y soldados, ROJAS partió de Cuzco en mayo o junio de 1543, conduciendo la «gran entrada», como se la conoció.

Atravesó los Andes en dirección al sur, hacia las tierras subtropicales de los indios diaguitas y calchaquíes en el noroeste argentino. Habiéndose enfrentado constantemente con ataques de los aborígenes, ROJAS fue muerto en 1544 y FRANCISCO DE MENDOZA tomó su lugar y se dirigió al este, en dirección al río Carcarañá, siguiendo su curso hasta el Paraná hasta llegar a las ruinas del fuerte «Sancti Spíritus», fundado por SEBASTIÁN GABOTO en 1527.

El descubrimiento de una carta, que había sido enterrada allí .por DOMINGO MARTÍNEZ DE IRALA, destinada a cualquier español que llegara a ese lugar, con instrucciones para llegar a Asunción, dio lugar a controversias entre los hombres de MENDOZA.

Algunos de ellos deseaban remontar el río hacia la nueva ciudad española y otros regresar a Perú. Estos últimos prevalecieron y en 1545, Francisco de Mendoza fue muerto por sus disconformes compañeros.

Finalmente, en 1546, un grupo de aproximadamente ochenta hombres, los únicos que quedaban de aquella arrogante expedición, regresó a Perú.

Los logros inmediatos de la «gran entrada» parecieron no tener importancia pero a la larga los resultados justificaron su nombre. A pesar de que no fue la primera expedición española que ingresó en el noroeste argentino «los hombres de Almagro habían transitado esa tierra algunos años antes, en su ruta hacia Chile» la expedición de Rojas fue la primera en abrir el camino desde Perú hacia el Río de la Plata.

Su información respecto de caminos, indios, clima, recursos naturales, etc., constituyó las bases para el éxito de las siguientes expediciones con el fin de establecer asentamientos y gobiernos españoles en Tucumán. Uno de los sobrevivientes de esta expedición, fue JUAN DE GARAY, protagonista después de un importante papel en en la instalación de las ciudades de Santa Fe y Buenos Aires en el área del Río de la Plata.

Fuente. «Historia de la Argentina». de Víctor Barrionuevo Imposti, Ed. Cultural S.A., España, 2001.

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