ELECCIONES EN 1900 (1900)

JOAQUÍN V.GONZÁLEZ pone al descubierto las maniobras de las que se valen los gobiernos para eternizarse en el poder o para imponer alguno de sus candidatos.

Para ello, se refiere a las elecciones presidenciales que se llevaron a cabo en 1900, diciendo: «Cada elección se resolvía en una batalla primaria para ganar el atrio o secuestrar la urna, y en otra final y campal para destruir la victoria del adversario, ya fuese arrancándole los instrumentos legales del acto comicial, para cubrir con un velo de legalidad, el atentado burdo y abierto, ya acudiendo a los medios más violentos contra las personas mismas, encarcelándolas, secuestrándolas, simulando resistencias de hecho para motivar la inutilización o la misma muerte».

«Ser un gran ciudadano, un gran repúblico, un gran tribuno, significaba en el lenguaje de ese tiempo ser un bravo y un héroe capaz de ir, a bayoneta calada, hasta la propia mesa, como se va a la guerra sobre un reducto, un boquete o una brecha, hasta los cañones».

«Y comenzando por una descarga cerrada sobre el grupo de los escrutadores, concluir por eliminar todo obstáculo y quedar dueño absoluto de la mesa, urnas y registros».

«Ganar una elección era, pues, ganar una batalla. El antiguo caudillo de porte guerrero y prestigio regional, con­ductor de ejércitos y batallador incansable, en defensa o en demanda de lo que él creía ser su soberanía local, ya se llamase Quiroga o López o Ramírez, ha sido reemplazado en la vida cívica actual por verdaderos filibusteros, cuyo comercio consiste en negociar para el gobierno o para sus opositores el mayor número de votantes, a cuyo efecto transforman en ciudadanos ad hoc a multitudes mendicantes del extranjero o del bajo fondo social de todas las degeneraciones morales» (ver Elecciones Pour L’ Exportatión)

 

1 Comentario

  1. Anónimo

    muy bueno

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