EL HUEVO DE CRISTOBAL COLON (1493)

COLÓN responde a una ironía con otra ironía y para un huevo como nadie había podido hacerlo. Todos quizás no conozcan la anécdota que se refiere al gran navegante y al artilugio del que se valió para sustentar la validez de sus teorías acerca de la navegación siguiendo un curso que en aquella época, se consideraba imposible.

Para ellos, aquí va la historia como ha llegado hasta nuestros días: Un día, hablando sobre el descubrimiento de América, uno de los presentes, quizás envidioso, para minimizar los méritos de la hazaña,  dijo de manera irónica que para ese descubrimiento no se precisaba mucha viveza: que era suficiente habérsele ocurrido. El ilustre genovés, no contestó directamente a aquella crítica, pero imaginó la siguiente réplica:

Tomando un huevo, preguntó a los presentes, cuál de ellos se quería encargar de pararlo de punta sobre la mesa. Todos trataron de hacerlo, pero a pesar de las precauciones que tomaron para mantener el huevo en equilibrio, no lo consiguieron y ucho menos, el crítico.

Colón tomando entonces el huevo, lo golpeó ligeramente sobre la mesa, aplastando una de las extremidades, lo cual dio por resultado una base suficiente para que el huevo pudiera quedar parado.  ¡Ahí está!, dijo. No era muy difícil dijeron todos. Sin ninguna duda, contestó  Colón, con ironía, fue suficiente habérseme ocurrido (ver Viajes y desventuras de Cristóbal Colón).

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