EL GENERAL SAN MARTÍN Y SUS APREMIOS ECONÓMICOS (20/10/1827)

Desde su ostracismo en Europa, el general San Martín confiesa estar viviendo una difícil situación económica. En una carta fechada el 20 de octubre de 1827, que el general JOSÉ DE SAN MARTÍN le envía al general BERNARDO O’ HIGGINS, le comenta sus apremios diciéndole:

«Voy a hablarle a usted de mi situación. Ella es bien triste en el día. A mi llegada a Europa puse en los fondos del empréstito del Perú, no sólo los diez y nueve mil pesos que se me habían librado a cuenta de mi pensión, sino seis mil pesos más de mi dinero para que con sus réditos, unidos a lo que me producía mi casa en Buenos Aires, poder sostenerme en este país hasta la conclusión de la educación de mi hija».

«El Perú suspendió el pago de los dividendos, mi renta de la finca de Buenos Aires es nominal, porque con la circulación del papel moneda y la guerra con el Brasil está el cambio sobre Londres a diez y seis peniques en lugar de cincuenta a que estaba anteriormente, en tan triste situación y para sostenerme oscuramente he tenido que vender a un vil precio los veintiún mil pesos anuales que me tiene señalados el Congreso del Perú».

«Como usted verá por el apunte que en copia le incluyo, resulta debérseme por fin de diciembre del presente año 33.000 pesos, no se me oscurece la situación en que se hallará esa República y sería en mí una falta de consideración exigir mis atrasos».

«Yo remediaría mis necesidades con cuatro mil pesos anuales sin molestar por más a ese gobierno interín usted vea se halla en apuros, a cuyo efecto le incluyo el adjunto poder librado a favor de usted, mas como conozco que la separación de usted de la capital, y por otra parte las ocupaciones de su hacienda, tal vez le imposibilitarán de encargarse de esta comisión, usted podrá sustituir dicho poder en una persona honrada y activa en quien tenga usted confianza completa».

«Si tuviera una certeza completa de la existencia de mi amigo MANSUETO, yo le hubiera remitido esta procuración, de todos modos, si él existe pueda que quiera encargarle o por lo menos podrá indicarle una persona segura que se encargue de esta comisión a la que señalará usted el tanto por ciento que tenga por conveniente designarle».

Luego agrega: «Yo pienso permanecer en Europa dos años más, tiempo necesario para concluir la educación de mi hija. Si por este tiempo las Provincias Unidas se hallan tranquilas regresaré a mi país para retirarme a mi Tebaida de Mendoza, si no, permaneceré en Europa todo el tiempo que la pensión del Perú se me pagara y con ella pueda sostenerme, pues de lo contrario, por alborotada que se halla mi patria, la necesidad me obliga a ir a ella» (ver Frustrado regreso de San Martín a su Patria).

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