COMBATE NAVAL DE REALEJO (05/04/1819)

HIPÓLITO BOUCHARD en misión de corso vence en el realejo, Las Filpinas a una flota realista y logra apoderarse de cuatro buques cargados de añil y cacao, su artillería y fusiles y toma 27 prisioneros,

El capitán HIPÓLITO BOUCHARD que ejercía el corso en el océano Pacífico, al mando de las fragatas “Argentina” y “Chacabuco” y de un bergantín apresado en Sonsonete, teniendo bajo sus órdenes en calidad de oficiales a TOMÁS ESPORA, PIRIS y otros comandantes de reconocido y probado valor, llegó a las costas de Nicaragua, sobre el Océano Pacífico.

Allí, el 5 de abril de 1819, en cumplimiento de la misión que se le encomendara, cuando partió de Buenos Aires en junio de 1817: “desarticular cualquier auxilio que los realistas intentaran enviar por vía marítima a los últimos reductos que se encontraban en tierras americanas”, atacó el puerto del Realejo, uno de los centros del poder español en el Pacífico. Sabía que en él se habían refugiado cuatro buques bien armados y con rico cargamento, y resolvió apresarlos.

Echó al agua dos lanchas cañoneras y dos botes, con una tripulación total de 80 hombres y se dirigió al canal. Uno de los botes se extravió en la oscuridad y BOUCHARD, después de buscarlo inútilmente durante toda la noche y viendo que en todo el día 3 no aparecía tampoco, resolvió, al anochecer, atacar el puerto con las embarcaciones que le quedaban.

El día 5, a las dos y media de la madrugada, y al grito de ¡Viva la patria!, abordó y tomó un bergantín, una goleta y otro buque menor que cerraban el canal de acceso al puerto, y luego otra goleta fondeada muy cerca de la playa, al abrigo de las baterías de tierra.

Cuatro buques cargados de añil y cacao, su artillería, fusiles y 27 prisioneros, tales fueron los frutos de esta victoria. Los propietarios de los buques capturados ofrecieron 10.000 pesos fuertes por el rescate. Bouchard, por toda contestación, entregó a las llamas las dos goletas y el buque menor, reservándose el bergantín, sólidamente construido, y con el cual reforzó el crucero.

El día 2 de abril de 1819 Juan Hipólito Bouchard había llegado con la nave «La Argentina» frente al Realejo, puerto de Nicaragua, y uno de los centros del poder español en el Pacífico. Sabía que en él se habían refugiado cuatro buques bien armados y con rico cargamento, y resolvió apresarlos.

Echó al agua dos lanchas cañoneras y dos botes, con una tripulación total de 80 hombres y se dirigió al canal. Uno de los botes se extravió en la oscuridad y Buchardo, después de buscarlo inútilmente durante toda la noche y viendo que en todo el día 3 no aparecía tampoco, resolvió, al anochecer, atacar el puerto con las embarcaciones que le quedaban.

El día 5, a las dos y media de la madrugada, y al grito de ¡Viva la patria!, abordó y tomó un bergantín, una goleta y otro buque menor que cerraban el canal de acceso al puerto, y luego otra goleta fondeada muy cerca de la playa, al abrigo de las baterías de tierra. Cuatro buques cargados de añil y cacao, su artillería, fusiles y 27 prisioneros, tales fueron los frutos de esta victoria.

Los propietarios de los buques capturados ofrecieron 10.000 pesos fuertes por el rescate. Bouchard, por toda contestación, entregó a las llamas las dos goletas y el buque menor, reservándose el bergantín, sólidamente construido, y con el cual reforzó el crucero (ver La guerra de corso durante la guerra de la Independencia).

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