CASEROS, UNA UNIDAD PENAL QUE NUNCA CUMPLIÓ CON SU FUNCIÓN ORIGINAL (15/08/1898)

La Cárcel de Caseros fue una unidad penal que nunca cumplió con las funciones que le fueron asignadas en el 15 de agosto de 1898, cuando fue fundada como «Casa de Corrección».

 El primer jefe de la ahora Unidad 16, fue un cura alemán y además de presos, aceptaba huérfanos de más de ocho años de edad. Por sus celdas pasaron asaltantes famosos, presos políticos, capos de la mafia local, policías y jueces corruptos. Pero en 1979, durante el gobierno militar, el presidente de facto JORGE RAFAEL VIDELA hizo construir una «nueva Cárcel de Caseros» para alojar a procesados por no más de seis meses, pero esta «nueva cárcel» tampoco cumplió con esa función y con el tiempo se convirtió en una vergüenza nacional.

El edificio, con fallas estructurales de origen como sus paredes externas (que son de ladrillo hueco) no pudo recuperarse luego de un violento motín que se produjo en 1984, en el que se destruyó su microcine y su Capilla, ubicados ambos en el piso 19.

La prisión, con capacidad para 1.800 reclusos, llegó a tener más de 2.300. Los motines y ruidosas protestas se volvieron constantes y quien pasara por el frente podía ver los brazos de los presos asomándose por los huecos que habían hecho en las paredes.

En febrero de 2000, la entonces Secretaria de Asuntos Penitenciarios, PATRICIA BULLRICH, firmó la resolución 58/00 prohibiendo el ingreso de nuevos detenidos a la «Cárcel nueva» y finalmente, el 9 de agosto del año 2001, los últimos 19 reclusos fueron trasladados a la Cárcel de Ezeiza.

La Cárcel de Caseros estuvo lejos de lograr la readaptación que las leyes prevén para los presos. Allí, los reclusos convivieron durante años con un lugar signado por la desolación.

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