BEBÉS NATURALES O DEL PAÍS? (1834)

En 1834, hasta la forma de inscribir el nacimiento de un niño, estaba poniendo en evidencia la grieta que existía entre Buenos Aires y el resto de las provincias.

Y fue ese año, cuando, con motivo de la creación del Registro Civil de Matri­monios «para individuos de distintas creencias», vuelven a surgir discusiones sobre una de las consecuencias que trae la inscripción de bebés.

Según algunos comentarios, la forma de redactar las papeletas es injusta. A los bebés porteños se los registra como «hijos del país» y a los del interior como «natural de la provincia de Córdoba», o «natural de la provincia de Santa Fe». «¿No es ésta una imagen de la división que sufre el país?», dicen algunos críticos.

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